El ministro durante su comparecencia./ Foto: Congreso.
«Lamentamos que Europa haya acudido dividida a Marrakech y que varios países del este y la actual presidencia, Austria, no se hayan sumado», afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso.
El pacto migratorio es un ejemplo de «multilateralismo eficaz» que servirá para abordar el fenómeno de la migración en «toda su complejidad» y que está «plenamente alineado» con la política de España en esta materia, prosiguió el ministro en respuesta a una pregunta del diputado socialista Pere Joan Pons sobre el Pacto Mundial para la Migración de Naciones Unidas, ratificado el pasado día 11 en Marrakech por más de 150 países.
Según Borrell, el rechazo al pacto por parte de algunos países es un ejemplo de los discursos «discriminatorios y nacionalistas” que actualmente proliferan en la UE. «Creemos que estamos a tiempo de frenarlo y conseguir que las migraciones se puedan regular y ordenar», advirtió. «Es nuestra responsabilidad que este fenómeno no vaya a más», añadió. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, advirtió en Marrakech, tras ratificar el Pacto, de la necesidad de “combatir la instrumentalización de la migración como excusa para repliegues nacionalistas y cierres de fronteras”.
En este mismo sentido, el ministro de Asuntos Exteriores elogió ayer en el Congreso la actitud del hasta ahora primer ministro belga, el liberal Charles Michel, quien este martes presentó su dimisión ante el Rey Felipe de Bélgica después de perder la confianza del Parlamento federal y de que los ministros nacionalistas flamencos de la N-VA renunciaran a sus carteras en protesta por la adhesión de Bruselas al Pacto Migratorio.
«Es muy valiente la actitud del Gobierno belga, que ha rechazado el chantaje al que le sometía la parte de los nacionalistas flamencos y ha preferido que cayese el gobierno a renunciar a trasladar a Marrakech su opinión favorable al pacto», manifestó.
Ultranacionalistas contra el Pacto Migratorio
El Pacto Mundial sobre Migraciones ha generado una fuerte oposición de la derecha más ultranacionalista de Europa y de países como Australia y Canadá. Los Gobiernos de Austria, Italia, Hungría, Estados Unidos y Chile se han negado a adherirse y la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, ha calificado de “traición” la decisión del presidente Emmanuel Macron de suscribirlo.
Entre los adversarios del Pacto figuran también los nacionalistas flamencos, tanto su rama más ultraderechista e independentista –que recientemente se manifestó violentamente contra la política migratoria de Michel- como el partido N-VA, una de las fuerzas europeas que más han apoyado la independencia de Cataluña y al ex presidente catalán Carles Puigdemont.
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