<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>Las empresas españolas son más optimistas que las del conjunto de la Unión Europea sobre la evolución de sus negocios el año que viene, según la Encuesta de Perspectivas Empresariales 2019 que elabora Eurochambres y en la que han participado más de 3.000 compañías de nuestro país.</strong></h4> Los resultados del sondeo, facilitados por la Cámara de España, reflejan que la confianza empresarial es favorable en todos los países participantes, con el nuestro por encima de la media de la UE y de países como Alemania, Italia, Países Bajos o Francia. Existen diferencias importantes entre las compañías más optimistas, las de Finlandia, y las más pesimistas, las de Francia. El optimismo español afecta, sobre todo, a la previsión de exportaciones: las expectativas netas son 20 puntos porcentuales superiores a las de las compañías de la Unión Europea. La encuesta pregunta a las empresas sobre cuatro variables: las ventas nacionales, las exportaciones, el empleo y la inversión. En el caso de las empresas españolas, las expectativas para 2019 respecto a todos los indicadores son peores que en 2018, con un descenso más acusado, de 15 puntos, en las ventas nacionales. Asimismo, la Cámara de España prevé un avance del PIB más contenido el próximo año, con un crecimiento del 2,2%, 3 décimas porcentuales menos que en el presente ejercicio. En cuanto al empleo, son más las empresas que cuentan con realizar nuevas contrataciones que las que piensan reducir plantilla, con lo que la tasa de paro seguirá reduciéndose y se mantendrá la creación de empleo. Los aspectos que generan incertidumbre entre los empresarios varían dependiendo de cada país, pero hay dos variables que coinciden en generar preocupación: el aumento de los costes laborales y la escasez de trabajadores cualificados. Cuestiones como los tipos de cambio o el Brexit, que movilizan a la opinión pública y los medios de comunicación, son menos relevantes para el sector empresarial. Esto es así de forma general, excepto en el caso de los empresarios irlandeses, preocupados por la depreciación de la libra y las relaciones comerciales futuras con el Reino Unido. La salida de los británicos de la UE no parece preocupar al tejido empresarial español, ya que es un factor relevante solo para el 2,4% de las compañías.