Enrique Miguel Sánchez Motos
Administrador Civil del Estado
Pedro Sánchez, para dar imagen de fortaleza, se lleva 1.500 guardias civiles y policías nacionales a Cataluña. ¿Va a tomar la Generalitat? Nada de eso. Lo que pretende es garantizar la seguridad del Consejo de Ministros que quiere celebrar en Barcelona. Costará una pasta en transporte, alojamiento y manutención. Pero ¿no hay en Cataluña un cuerpo de 17.000 Mossos, pagados por el Ministerio del Interior? Presidente, no nos engañes. Es una cobardía no tomar el control de los Mossos mediante un simple Real Decreto. Así no despilfarrarías dinero público y podrías dar imagen de gobernante serio. La gente ya ha percibido lo que tu PSOE puede dar de sí y en Andalucía ha quedado demostrado lo que los ciudadanos piensan.
El futuro político inmediato de España va a verse muy influenciado por lo que allí se negocie. Los españoles esperan un gobierno que levante las alfombras; que desaloje al PSOE, tras casi 40 años de gobierno, y que cambie radicalmente las políticas económicas y sociales en clave nacional, no sólo andaluza. Si eso no se logra, el electorado se sentirá traicionado y lo mostrará en las futuras elecciones que haya en toda España.
Lamentablemente las negociaciones, entre PP y Cs, no parecen ir por el camino que España necesita. Cs insiste en un gobierno bicolor, con la abstención del PSOE. El PP no hace ascos a esa propuesta, de la que saldría un gobierno débil y con medidas de escaso calado político. Sería un gran error. Vox ha rectificado lo que, con generosidad, pero con apresuramiento, dijo al principio: «No tenemos voluntad de entrar en el Gobierno, no queremos consejerías ni presidir el Parlamento, sino políticas e ideas». Se ha dado cuenta de que no ve mucho entusiasmo, en Cs ni en el PP, para adoptar medidas sencillas, pero de gran significado político. Por ello, no es bueno que renuncie a su sitio en la Junta, para ser así garante de que lo que se acuerde, a tres bandas, se pondrá realmente en práctica.
Vox propone devolver al Estado las competencias de Educación y de Sanidad que, por tener 17 enfoques diferentes, están planteando problemas de cohesión nacional y de igualdad entre los españoles. Además, propone medidas de calado: cierre de la televisión pública, derogar las leyes andaluzas de memoria histórica y de género, suprimir el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, eliminar las ayudas sociales a inmigrantes, evaluar el fraude del PER, reducir los organismos superfluos de la administración autonómica y rebajar el tramo autonómico del IRPF.
Cs y PP estarán probablemente de acuerdo en los temas impositivos, así como en la eliminación de organismos superfluos de la administración, pero tal vez no en una revisión profunda de las ayudas sociales a inmigrantes, ni en la evaluación del fraude del PER. En Educación, Teodoro Garcia Egea, secretario general del PP, ha manifestado, sin mucho entusiasmo, su disponibilidad a avanzar en la dirección propuesta por Vox.
Que no se equivoque ninguno de los tres jugadores, PP, Cs y Vox. La nueva política requiere visión de Estado y firmeza. Los politiqueos oportunistas se pagarán caro. Vox no debe renunciar a su presencia política en instituciones y gobierno andaluz. Si lo hace sus electores perderán la confianza.
Temas como Memoria Histórica, Cataluña y la armonización autonómica son cruciales. PP y CS, si dejáis de lado estos temas, os podrá costar muy caro en las próximas elecciones. Hay que ser valientes y proponer medicinas amargas que sean necesarias, aunque cuidando con esmero su impacto en los más desfavorecidos.
Como colofón, pido perdón a mis amigos socialistas, pero su partido ha perdido la ‘E’ final. Por el momento no parecen querer formar parte de la selección de partidos españoles.
21/12/2018. © Todos los derechos reservados