<h6><strong>Eduardo González</strong></h6> <h4><strong>Josep Borrell informó ayer en el Congreso sobre el III Plan África, un continente que para España representa una “gran oportunidad” si avanza y “un foco de inestabilidad” si se estanca.</strong></h4> <strong> </strong> “España es uno de los países de Europa que más interés tienen el desarrollo de África, y si no hay una estrategia definida de acompañamiento al desarrollo en África, España va a ser uno de los países que más lo van a sufrir”, declaró Borrell ante la <strong>Comisión de Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados</strong>, citando unas palabras del presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, durante la reciente conferencia UE-África de Viena. <strong> </strong> Según el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, “África crece por encima de la media mundial, es cada vez más pacífica y más democrática y tiene una economía cada vez más consolidada” y, de aquí a 2050, “va a doblar su población, desde 1.200 millones a 2.400 millones”. Todo ello va generar una <strong>“población muy joven” </strong>que <strong>“requiere empleo, expresión política en libertad y protección de los derechos humanos”, </strong>y que si no alcanza estos objetivos se convertirá en<strong> "un combustible ideal para la expresión política violenta, el yihadismo y la inmigración irregular”,</strong> añadió. <strong>“Si la promesa de desarrollo para África se hace realidad, España estará a las puertas de una región pujante, una gran demandante de bienes, servicios e inversiones y una gran oportunidad para nuestro país, nuestras empresas y nuestros jóvenes, pero si no lo hace, el continente irradiará inestabilidad a sus países vecinos, y los primeros seremos nosotros”</strong>, advirtió. <strong> </strong> No obstante, precisó, “<strong>no estamos ante una amenaza de invasión ni ante una oleada</strong>, como presentan algunos autores en sus libros, como si volviéramos al año 711. Estamos ante un desequilibrio demográfico que, cuanto antes lo resolvamos, mejor”. <strong> </strong> Por todos estos motivos, prosiguió el ministro, <strong>África debe ser un “punto privilegiado de la agenda de la política exterior española”</strong>. “Lo primero que proponemos es crear una <strong>Comisión Interministerial para África</strong> y también <strong>recuperar la Mesa para África</strong>, que agrupará a la sociedad civil y servirá de instrumento entre ésta y la Administración”, anunció. <strong>Sudáfrica, Etiopía y Nigeria</strong> Asimismo, Borrell informó de que el Plan África pivotará alrededor de tres países “líderes”: <strong>Sudáfrica, Etiopía y Nigeria</strong>, tres “potencias regionales” que ejercen de “locomotoras en sus respectivas subregiones”. “Sudáfrica ya lo era y Etiopía empieza a serlo”, prosiguió Borrell, antes de anunciar que “<strong>en la próxima primavera lanzaremos una ofensiva diplomática en el Cuerno de África”</strong>. En cuanto a Nigeria, “depende de los precios del petróleo, pero no se concibe África sin Nigeria, que en 2050 va a ser el tercer país más poblado del mundo”. Aparte, el Plan África privilegiará también a otros siete países que cuentan con "democracias cada vez más sólidas y economías cada vez más pujantes": <strong>Ghana, Costa Marfil, Mozambique, Senegal, Angola, Kenia y Tanzania</strong>. España ya cuenta con una “sólida relación” con Senegal, que ejercerá, por tanto, de “piloto “en esta nueva estrategia. Respecto a <strong>Guinea Ecuatorial</strong>, advirtió, “el hecho de que no lo hayamos incluido entre los países prioritarios no quiere decir que no sea importante para nuestra política exterior; lo es, pero carece del potencial transformador que tienen los otros diez países”. “Es un país con unas características muy particulares y lo que buscamos para Guinea Ecuatorial es lo mismo que buscamos para los otros países: <strong>democracia, derechos humanos, prosperidad y paz como marco de unas relaciones cada vez más estrechas</strong>”, manifestó. <strong>“La seguridad de África es nuestra seguridad”</strong> Aparte, el Plan establece cuatro grandes objetivos: contribuir a la paz y a la seguridad, promover el crecimiento, el empleo y el desarrollo sostenible, fortalecer las instituciones y buscar una movilidad sostenible y ordenada “en ambas direcciones y entre ellos mismos”. <strong>“España cuenta con un despliegue impresionante de sus Fuerzas Armadas en misiones internacionales de apoyo a la ONU, la UA y la UE</strong>, principalmente en Somalia, Mali y República Centroafricana”, afirmó. “Pocos países como España tienen tan pocos intereses coloniales y una presencia militar tan fuerte”, prosiguió. <strong>“Su seguridad es nuestra seguridad”</strong>, advirtió. “Si el Sahel se convierte en una tierra sin ley donde el terrorismo campa a sus anchas, ese terrorismo no se quedará allí, lo utilizarán como base para acercarse a nuestras casas”, agregó.