<h6><strong>The Diplomat</strong></h6> <h4><strong>La “vía eslovena” proclamada por Quim Torra planeó ayer sobre la participación de Josep Borrell en el Consejo de Exteriores la UE, en el que la gran novedad fue la creación del nuevo grupo de contacto para Venezuela.</strong></h4> La situación de los Balcanes fue uno de los diversos temas que debatieron ayer en Bruselas los ministros de Asuntos Exteriores de la UE. Según indicaron fuentes diplomáticas, el Gobierno español se encuentra muy molesto con las autoridades de Eslovenia por la recepción ofrecida al presidente de la Generalitat, Quim Torra, quien el pasado día 6 de diciembre realizó una visita a ese país en la que fue recibido nada menos que por el presidente, Borut Pahor. Durante su estancia en Lliubliana, Torra pronunció una conferencia en la que defendió “la vía eslovena” para Cataluña, en referencia a la independencia de 1991, que incluyó un breve conflicto bélico en el que murieron 74 personas. “No he tenido ocasión de hablar con mi colega esloveno”, admitió Borrell en la rueda de prensa posterior al Consejo. No obstante, recordó, <strong>“el actual ministro de Asuntos Exteriores (Miro Cerar) era primer ministro hace un año, en 2017, y ya entonces, como primer ministro, hizo unas declaraciones en las que dijo que no tenía nada que ver la situación de Eslovenia en 1990 con la de Cataluña ahora”,</strong> añadió. En declaraciones a través de su cuenta de Twitter, el ministro advirtió ayer de que es “una grave irresponsabilidad proponer para Cataluña la <em>vía eslovena</em>" porque “es apelar a una solución violenta que fue el detonante de la guerra en Yugoslavia, la peor en suelo europeo desde 1945”. <strong>“Solo desde una extrema ignorancia se puede comparar la Eslovenia de la Yugoslavia de 1990, todavía de partido único, con la Cataluña de la España de 2018”</strong>, añadió. “Torra no puede hacer esas propuestas en nombre de todos los catalanes porque la mitad no están de acuerdo y está dañando la economía de todos”, concluyó. <h5><strong>Grupo de contacto para Venezuela</strong></h5> Por otra parte, el Consejo de Bruselas decidió ayer la creación de un <strong>grupo de contacto para Venezuela</strong> que se encargará, si las condiciones lo permiten, de impulsar una solución negociada para la crisis política del país. Según explicó Borrell en la rueda de prensa, el Consejo “ha acordado constituir el grupo de contacto”, en el que “participarán algunos países iberoamericanos que ya están identificados y que han dado su acuerdo y varios países europeos”. <strong>“España es uno de los países que han impulsado la creación de este grupo de contacto”,</strong> recordó ayer en otro encuentro con periodistas. “España tiene muchos intereses en Venezuela, intereses humanos, hay una cantidad enorme de españoles allí” y, por tanto, <strong>“si se hace algo, seguro que se contará con la participación española, aunque hay muchos países interesados en participar”</strong>, agregó. Según Borrell, el objetivo de este grupo de contacto es “conjugar las sanciones” a varios miembros del Gobierno de Nicolás Maduro, que “no han hecho cambiar al régimen”, con “la búsqueda de instrumentos no de mediación, porque no se dan las condiciones, sino de facilitación de las negociaciones”. Al respecto, <strong>la alta representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini</strong>, advirtió ayer de que “la ausencia de una vía política podría ser un enfoque peligroso” y que “las sanciones siempre deben combinarse con un espacio para el diálogo y el compromiso”. Aparte, los ministros de Exteriores analizaron ayer la forma de abordar de forma conjunta el periodo que empieza el 10 de enero, “cuando cambie la fuente de legitimidad del presidente Maduro”, explicó Borrell. Nicolás Maduro asumirá ese día su segundo mandato presidencial después de “unas elecciones (mayo de 2018) que la UE considera que no cumplieron los estándares internacionales”, recordó. En todo caso, precisó, la UE no ha decidido todavía si enviará alguna representación al acto de investidura.