El ministro de Asuntos Exteriores compareció ayer en la sesión de control al Gobierno para responder a una pregunta del ex ministro José Manuel García-Margallo sobre “qué ha acordado el Gobierno respecto a Gibraltar”.
En su intervención, García-Margallo acusó a Borrell de «no haber hecho lo que tenía que hacer» y de haber “desaprovechado una oportunidad de oro», como a su juicio son las negociaciones del Brexit, para reclamar la «cosoberanía” en Gibraltar y para “cumplir con la legalidad”, ya que, denunció, “el Reino Unido no cumple con la normativa internacional”. El Gobierno «todavía puede rectificar» y «aprovechar esta ocasión para avanzar en unas pretensiones que no ha habido Gobierno español que no haya planteado desde 1703″, añadió.
En su respuesta, Borrell explicó que al Gobierno le interesa “una salida ordenada” y le interesan, “sobre todo, los derechos de los trabajadores» y que, dentro de ese marco ya se ha cerrado el protocolo para Gibraltar que acompañará al acuerdo para la salida del Reino Unido de la UE.
Asimismo, prosiguió, se están negociando los memorandos bilaterales sobre medio ambiente, tabaco, cooperación en seguridad y derechos de los ciudadanos y un acuerdo internacional sobre fiscalidad. «Esas negociaciones no están terminadas», y, por tanto, «según el principio de que ‘nada está acordado hasta que todo este acordado’, no podemos decir que se haya acordado nada sobre Gibraltar todavía», añadió.
Una vez se cumpla esta fase, aseguró, se iniciará un nuevo periodo de negociaciones en el que “tendremos tiempo u ocasión» para abordar «muchas de las cuestiones» que planteó ayer García-Margallo. «Pero no me reproche que siga exactamente la misma política que su sucesor, el señor Dastis», añadió.
Según Borrell, el actual Gobierno mantiene “exactamente la misma postura, estrategia y equipo negociador» de Alfonso Dastis. En cambio, denunció, “cuando usted era ministro no consiguió nada”.
Lo cierto es que el propio García-Margallo ha reconocido, en conversaciones privadas, sus discrepancias con Dastis respecto a Gibraltar. En noviembre de 2017, el último ministro de Exteriores de Mariano Rajoy aseguró que España no pondría en riesgo el acuerdo de la UE sobre el Brexit a causa de Gibraltar, sin por ello renunciar a sus derechos históricos, y un mes más tarde declaró ante alcaldes y presidente de la Mancomunidad del Campo de Gibraltar que el principal objetivo era “mantener el statu quo” de los trabajadores transfronterizos. “Qué más quisiera yo que se resolviera el contencioso de Gibraltar, pero lo que queremos ahora es más simple”, añadió.
Esta postura se parece bastante a la del actual Gobierno, que ha optado por relegar cualquier posible acuerdo sobre el futuro estatus de Gibraltar a la espera de que concluyan las negociaciones sobre el acuerdo de retirada, una posición que, según el Ejecutivo, no supone una renuncia a la soberanía.
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