<h6>Los manifestantes bloquean la Nacional 19 en Borgoña./ <strong>Foto: Obier - CC BY-SA 4.0, wikimedia.org</strong></h6> <h6><strong>The Diplomat.</strong> 23/11/2018</h6> <h4><strong>El Gobierno español ha condenado los bloqueos de carreteras que llevan a cabo en Francia los llamados <em>chalecos amarillos</em> en protesta por los precios de los carburantes.</strong></h4> En un comunicado, el Ejecutivo de Pedro Sánchez advirtió ayer de que estas protestas “<strong>están perjudicando al colectivo de transportistas que a diario deben cruzar la frontera del país galo y obstaculizan la libre circulación de mercancías entre los Estados miembros”. </strong> Las asociaciones de transportistas CETM, Fenadismer y Astic, prosigue el comunicado, estiman que las movilizaciones están limitando la circulación de cerca de 20.000 camiones que atraviesan los Pirineos cada día y que, desde que se iniciaron las protestas, <strong>los costes ya han ascendido a dos millones de euros</strong>. El sector de las frutas y hortalizas está particularmente afectado debido a la naturaleza perecedera de su mercancía. Por este motivo, España, “como es habitual en estos casos”, ha trasladado oficialmente su <strong>protesta a las autoridades francesas</strong>, instándoles a que adopten todas las medidas oportunas para garantizar con total seguridad la libre circulación de mercancías, y ha puesto estos hechos <strong>en conocimiento de la Comisión Europea,</strong> “siguiendo los procedimientos establecidos”, para que inste a Francia a tomar las medidas que garanticen la libre circulación de mercancías. Las protestas de los <em>chalecos amarillos</em> –llamados así por las prendas fosforescentes que portan los manifestantes- estallaron el pasado 17 de noviembre en protesta contra el alza de los impuestos a los carburantes decidida por el Gobierno para instaurar las nuevas tasas ecológicas. Desde entonces, cientos de miles de manifestantes han bloqueado carreteras, refinerías y accesos a estaciones de servicio y han causado graves problemas de tráfico. Con el paso de los días, sus reivindicaciones han empezado a ir más allá de los motivos iniciales y ya se dirigen contra las políticas “injustas” del Gobierno de Emmanuel Macron. El <strong>ministro francés del Interior, Christophe Castaner</strong>, ha reconocido que “la libertad de manifestación es un derecho fundamental y, por tanto, no es cuestión de prohibir las manifestaciones”, pero, al mismo tiempo, ha apelado, “una vez más, a la responsabilidad de cada uno para que el derecho de manifestación se pueda ejercer en las necesarias condiciones de seguridad y dentro del respeto al orden republicano”.