<h6>El 98% de los inmigrantes irregulares que llegan a España proceden de Marruecos.</h6> <h6></h6> <h6></h6> <h6><strong>The Diplomat.</strong> 19/11/2018</h6> <h4><strong>El control migratorio será el tema central de la visita que hoy hará a Marruecos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien tras más de cinco meses de espera, confía en que será recibido por el rey Mohamed VI, aunque en el programa oficial distribuido por Moncloa no figura ese encuentro.</strong></h4> Las autoridades españolas tratan de mantener con el vecino del Sur una buena relación, entre otras razones porque la cooperación de Rabat en la lucha contra el terrorismo yihadista ha dado buenos resultados en los últimos años. No se puede decir lo mismo del control migratorio, al menos de manera permanente, porque si, en algunos momentos, Marruecos ha hecho sus deberes adecuadamente en ese terreno, en otros, se ha relajado. Tanto es así que, según subraya el periodista experto en el Magreb Ignacio Cembrero, del récord de inmigrantes irregulares llegado a España hasta octubre (53.382), un 98% proceden de Marruecos y, además, las autoridades marroquíes no colaboran en repatriar a los cerca de 9.000 menores de ese país tutelados por comunidades autónomas. El Gobierno marroquí, con cuyo primer ministro,<strong> Saadeddine Othmani,</strong> se reunirá Sánchez en su visita, se defiende alegando que Marruecos sufre una fuerte presión migratoria desde el Sur y que precisa de ayuda europea. Parte de esa ayuda llegó recientemente en forma de 140 millones de euros, después de que España lo reclamara ante sus socios europeos. La necesidad de mantener el control migratorio parece estar llevando al Ejecutivo español a evitar cualquier roce con Marruecos, como ha puesto de relieve la actitud mantenida ante la decisión unilateral y sin previo aviso de Rabat de cerrar la <strong>aduana comercial de Melilla</strong>. Desde que se produjo a comienzos de agosto, no ha habido una sola queja por parte del Gobierno español, que se ha limitado a anunciar la creación de "un equipo técnico conjunto" que todavía no se ha reunido. España está evitando también cualquier crítica, ni siquiera velada, a a las duras penas de hasta 20 años de cárcel para los dirigentes del<strong> movimiento rifeño Hirak</strong>, aduciendo que se tata de un asunto interno que compete al poder judicial marroquí. Tampoco está habiendo respuestas positivas a las crecientes peticiones de asilos de rifeños marroquíes, según recuerda el delegado de la Agencia Efe en Rabat, Javier Otazu. Pedro Sánchez llegará a Marruecos antes de que se produzca la visita de Estado de los Reyes a ese país, preparada con tiempo y que tuvo que ser aplazada en enero de este mismo año, ante la ausencia de Mohamed VI del país, y sin que haya sido posible fijar una nueva fecha.