<h6>Foto:<strong> SciTech DiploHub</strong></h6> <h6><strong>The Diplomat.</strong> 10/11/2018</h6> <h4><strong>Barcelona desea convertirse en la primera ciudad del mundo con una diplomacia científica y tecnológica, según se puso de relieve esta semana en la presentación del SciTech DiploHub, un proyecto metropolitano y colaboración público-privada.</strong></h4> Se trata de iniciativa civil y sin ánimo de lucro, liderada por un equipo interdisciplinario e internacional de científicos, ingenieros y profesionales de las relaciones internacionales, con el apoyo institucional de centros de investigación como como el Barcelona Supercomputing Center (BSC) y el Instituto de Investigación del Valle de Hebrón (VHIR). En el acto celebrado en la Ciudad Condal, ante rectores, directores de centros de investigación, embajadores, cargos institucionales y exalcaldes de la ciudad, fue presentado el "Manifiesto de Barcelona: por una diplomacia científica y tecnológica de ciudad", firmado por más de 150 personalidades del mundo de la ciencia, la tecnología, las políticas públicas y la diplomacia. El término diplomacia científica refiere a aquellas colaboraciones de base científica o tecnológica entre países y sociedades, construidas con el objeto de afrontar problemas comunes a nivel internacional, en ámbitos como la transición energética, la edición del genoma, la crisis de los refugiados, la ciberseguridad o el impacto de la inteligencia artificial en la democracia y los derechos humanos. Alexis Roig, director de SciTech DiploHub y asesor gubernamental en diplomacia científica para ministerios de Asuntos Exteriores, Ciencia, Investigación y Educación de varios países asiáticos y europeos, señaló en el acto que Barcelona “ha centrado su estrategia en atraer talento, empresas, inversión extranjera, turismo” pero debe dar un paso más y convertirse en un núcleo de influencia a nivel internacional.