The Diplomat in Spain

Foto: AR

Ivan Jancarek /  Embajador de la República Checa

Alberto Rubio. 29/10/2018

Ivan Jancarek llegó a Madrid hace sólo seis semanas “después de dos días de viaje en coche” desde Praga. “Pero no estamos tan lejos en muchos aspectos”, asegura el embajador de la República Checa, cuyo anterior destino fue Brasil.

¿Qué tal se encuentra en su nuevo destino?

Me han tratado muy bien. Desde que llegué he podido visitar Galicia y también Barcelona. Antes había venido dos o tres veces de visita pero, aunque ya sabía algo de la historia y la situación de España en la UE, todavía estoy comenzando. España es país muy interesante en el que hay muchas cosas para descubrir.

¿Qué le ha llamado más la atención?

Las personas aquí son amables, les gusta mucho hablar. Y los horarios difieren un poco de los de Europa Central. Empiezan y finalizan un poco más tarde, sobre todo las comidas. Pero es cuestión de adaptarse.

Ayer 28 de octubre se conmemoró el centenario de la República Checoslovaca. Según una encuesta el 90% de checos y eslovacos consideran que es una celebración muy importante. ¿No parece una contradicción después de su separación?

No. La fundación de Checoslovaquia fue la ocasión de crear un estado nuevo después la I Guerra Mundial. Hasta entonces sólo hubo tres estados: Alemania, Austria-Hungría y Rusia. Los checos y eslovacos nunca pudimos tener un estado independiente. Por eso, el 28 de octubre es muy significativo. Y porque fue una república democrática multinacional. En aquel Parlamento se hablaban oficialmente seis lenguas.

Checos y eslovacos han demostrado ser muy prácticos en cuestiones políticas. ¿Quizá la UE debería aplicar su método?

No se si se podría aplicar nuestro ‘método’, como usted dice. En todo caso, la UE es un proyecto muy importante. Ha asegurado la paz en Europa durante sesenta años. Para nosotros ha significado la vuelta a Europa. Y es necesario que siga unida, sobre todo en lo económico, con un mercado común funcionando.

El grupo de Visegrado tiene fama de euroescéptico.

Creo que es una imagen que no corresponde a la realidad. A veces se tiene la imagen de los checos son escépticos. Pero si lo piensa bien, todos los políticos en todos los países utilizan a Europa, a Bruselas, para culparla de todo lo que no quieren responsabilizarse. Pero nosotros no somos un Caballo de Troya. Tenemos una gran afinidad con la Política Común y de Seguridad. Y queremos fomentar la cooperación en la inmigración.

¿Cómo?

Esta claro que cada uno tenemos diferentes ideas sobre la salida a la crisis migratoria. Pero, en todo caso, creo que estamos de acuerdo en que no es buena idea dejar las fronteras abiertas a personas que no sabemos desde donde llegan.

Valoramos mucho la libertad de circulación que concede Schengen. Pero, para seguir teniendo esa libertad de movimientos de mercancías y personas, con el nivel de desarrollo que nos proporcionan, tenemos que controlar las fronteras externas de la UE.

¿Donde empieza el debate de la inmigración, en lo social o en lo político?

No lo sé, pero creo que el discurso político no debe ser muy diferente del popular.

Lo cierto es que el discurso populista está calando en muchos países.

Los políticos deben reflejar las inquietudes de los ciudadanos. Pero hoy día encontramos fuerzas políticas que tienden al populismo y lo utilizan en su beneficio.

La semana pasada la participación en las elecciones para el Senado checo fue particularmente baja. ¿Bajará más en las elecciones europeas?

En República Checa desde el año pasado hemos tenido, y vamos a tener, muchas elecciones. Para los ciudadanos está claro que las más importantes son las parlamentarias y las presidenciales. Y en las Europeas siempre ha bajado. Pero esta vez creo que los electores se darán cuenta de que en Bruselas se deciden muchas cosas que les afectan y habrá más participación.

¿Qué análisis podemos hacer de las relaciones bilaterales hispano-checas?

Creo que las relaciones económicas van muy bien. Somos el decimocuarto socio comercial de España. Hay muchas empresas españolas en Chequia y también nuestros empresarios quieren empezar a invertir aquí, sobre todo en el sector industrial.

¿Por qué les interesa España?

Porque tiene, además de su propio mercado y su industria, tiene vínculos sólidos con América Latina y África. Por eso creo que cada vez veremos más inversores checos y esperamos que los españoles también mantengan y aumenten sus inversiones allí.

¿Qué le gustaría poder decir que ha conseguido cuando termine su destino aquí?

Que hemos fortalecido, además de la relación económica, la política con un mayor intercambio de visitas. Que tengamos mayor presencia de la cultura y la lengua checas. Y que consolidemos una cooperación en la industria militar que sería muy interesante para todos.