Borrell y Xuclà durante el debate./ Fotos: @Congreso_Es y @pdemocratacat
The Diplomat. 20/09/2018
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, advirtió ayer el Congreso de los Diputados de que el embajador de España en Francia, Fernando Carderera, hizo lo “correcto” cuando envió una carta de protesta al alcalde de la ciudad francesa de Perpiñán, Jean-Marc Pujol, por llevar un lazo amarillo durante una visita oficial del presidente de la Generalitat, Quim Torra.
Borrell respondió así al diputado del PdCat Jordi Xuclà, quien había preguntado al ministro si forma parte de las funciones del embajador de España en Francia el “emitir juicios de valor sobre las relaciones institucionales del alcalde de Perpiñán” y que había acusado a Carderera de haber “hecho el ridículo” con su “comportamiento profundamente antidiplomático” y contrario a “la libertad de reunión y expresión del alcalde de Perpiñán”.
En la carta, fechada el 4 de septiembre, el embajador lamentó que, durante la visita de Torra a Perpiñán del 31 de agosto, el alcalde llevara en su solapa un símbolo “divisivo” y “un mensaje falso y manipulador, que pretende hacer creer a la opinión pública que España no es una democracia”.
En opinión de Borrell, “la actitud de la Embajada fue correcta”. “Si la autoridad pública de un país extranjero recibe a otra autoridad pública de España, que además es el máximo representante del Estado español en Cataluña, luciendo un símbolo que representa la descalificación absoluta del sistema político español, el embajador de España tiene que protestar”, manifestó.
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“Si una autoridad extranjera luce un símbolo contra el sistema español, el embajador debe protestar”
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El lazo amarillo, recordó, simboliza “que en España hay presos políticos y, por lo tanto, que el sistema judicial español no es independiente y está al servicio del Gobierno”, lo cual, prosiguió el ministro, “no es cierto”.
Según Borrell, así lo “ha reconocido el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjørn Jagland”, máximo responsable “de la institución europea que vela por los derechos humanos”, quien ha declarado “que la actitud del Gobierno español en el tema de Cataluña está ajustada a la ley española y al Convenio Europeo de Derechos Humanos”.
El pasado mes de julio, el propio Borrell informó en el Congreso de que había instruido a los embajadores y cónsules acreditados en el exterior para que respondieran a los ataques del independentismo y a los que criticasen los estándares democráticos españoles, de la misma forma que lo había hecho pocas fechas antes el entonces embajador en Washington, Pedro Morenés durante un acto público de Torra.
“Un embajador no puede asistir impasible a los ataques a las instituciones de su país, a las descalificaciones que se dijeron como que en España hay presos políticos y que no se corresponden a la realidad”, advirtió el ministro durante su primera intervención ante la Comisión de Asuntos Exteriores, a la que pertenece Xuclà desde hace muchos años.