Merkel, Sánchez y sus respectivos cónyuges, en el Coto de Doñana.
The Diplomat. 12/08/2018
España y Alemania coinciden en la necesidad de que la Unión Europea aumente su cooperación con los países africanos y, en concreto, su apoyo a Marruecos y Túnez para hacer frente a la crisis migratoria.
Así lo pusieron de relieve el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y la canciller alemana, Ángela Merkel, tras almorzar en el Palacio de los Duques de Medina Sidonia en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
Merkel, que pasará el resto del fin de semana con Sánchez y sus respectivos cónyuges, en el Coto de Doñana, coincidió con el presidente del Gobierno, durante una rueda de prensa en que la cooperación con los países de África debe complementar el que haya un mejor control de fronteras y un un adecuado sistema de acogida humanitaria.
«Si queremos hablar sobre cómo ordenar los flujos migratorios, lo tenemos que hacer desde posiciones compartidas y desde un punto de vista mucho más transversal», dijo Sánchez, mientras que Merkel señaló que “no sólo hay que hablar sobre África, sino que hay que hablar con África”.
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España y Alemania pedirán a la Comisión mayor dotación para el Fondo Fiduciario para África
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La canciller abogó por “intensificar la cooperación con Marruecos y Túnez porque son países que necesitan ayuda y son fronterizos». Por su parte, Sánchez, tras recordar que “Marruecos es uno de los principales socios de la UE y también está sufriendo la presión migratoria», dijo que ese país debe desempeñar un papel clave para ordenar los flujos migratorios». Sin embargo, ninguno de los dos mandatarios concretó qué dinero se dedicará ni cómo se hará.
Posteriormente, una nota de la Secretaría de Estado de Comunicación precisó que Sánchez y Merkel acordaron trasladar a la Comisión Europea la necesidad de una mayor implicación financiera en el Fondo Fiduciario para África, del que proceden los fondos destinados específicamente a Marruecos para la gestión de fronteras.
Sánchez y Merkel indicaron también que es necesario encontrar un«sistema de reparto justo» de los inmigrantes que llegan a la Unión Europea y que tienen derecho a quedarse. Señalaron que se trata de un «desafío común para todos» los países por la libre circulación de persona y la canciller alemana agregó que «no puede depender de la ubicación geográfica de un determinado país».