García Montero junto a Guirao, Borrell, García Calvo y Celaá./ Foto: @InstCervantes
The Diplomat. 02/08/2018
El escritor y poeta granadino Luis García Montero asumió ayer el cargo de director del Instituto Cervantes, una institución que debe promover, según sus palabras, “una diplomacia cultural de energía panhispánica, con el idioma como puente entre España, Europa y Latinoamérica”.
“En mi responsabilidad se abrazan a la vez la vocación, la exigencia y la ilusión”, afirmó García Montero durante su intervención en el acto, al que asistieron la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo; el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell; el ministro de Cultura, José Guirao; la ministra de Educación, María Isabel Celaá; y la ministra de Justicia, Dolores Delgado, además de varios embajadores y numerosas personalidades del mundo del arte y la cultura.
“Agradezco la oportunidad que se me da de compartir en mi oficio una vocación cívica y un tiempo nuevo para la democracia española”, en el que “el mayor reto, desde muy diferentes perspectivas, es el esfuerzo por ser bueno, bueno en el buen sentido de la palabra bueno, frente a los que trabajan por crear tiempos propicios al odio”, prosiguió, parafraseando a los poetas Antonio Machado y Ángel González.
“En el Instituto Cervantes, el Estado reúne la presencia de España en el mundo, la cooperación internacional, el reconocimiento del valor de la educación y su compromiso en el apoyo y la difusión de la cultura”, afirmó.
«Me atrevo a afirmar que la perspectiva iberoamericana es una necesidad en la Europa del Brexit, en el trance de la cultura hispánica en Estados Unidos y en la defensa de los derechos humanos en cualquier parte del mundo”, añadió García Montero.
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El nuevo director defiende la apertura de un Cervantes en Washington y Miami y la expansión por África y Asia
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Por ello, advirtió, es necesario poner en marcha “una diplomacia cultural de energía panhispánica, con el idioma como puente entre España, Europa y Latinoamérica”, lo cual le invita “a soñar con la apertura de un Cervantes en Washington, es un sueño, no una promesa; y de otro en Miami y con nuestra extensión por el África subsahariana y Asia”.
“Por su capacidad de generar autofinanciación con sus actividades académicas y culturales, el Cervantes sale muy barato al Estado, ya que cada español paga poco más de un euro” para mantener la institución, afirmó García Montero.
Pese a ello, aseguró, “no hay nada más poético que los números y confieso que voy a ser uno más de todos los cargos públicos que, después de años de recortes, se pondrán en la cola y pedirán al Estado un poco de oxígeno para cumplir la tarea encomendada”. Esta tarea incluye, advirtió, la defensa de “la dignidad de nuestro mayor patrimonio, que es el humano, los hombres y mujeres del Cervantes que unen en una sola tarea el empleo y el desvelo de la vocación”.
Durante intervención, García Calvo felicitó a Luis García Montero por asumir la dirección de “este activo impresionante de hombres y mujeres, este instrumento del Estado que lleva el mejor de los nombres, el del Cervantes”, y declaró que el idioma español es “el gran pasaporte de todos los hombres y mujeres de este país, con el que hacemos vías francas por cualquier lugar del mundo”. “Es más que un idioma, es un activo en Europa», añadió.