El tuit del Daniel Kutner./ Foto: AR
The Diplomat. 26/07/2018
El embajador israelí en España, Daniel Kutner, defendió ayer la decisión de su Gobierno de negar la entrada en Israel a la cooperante española Ana Sánchez, argumentando que cada país tiene derecho a defenderse de quienes tratan de criminalizarlo.
En su cuenta de Twitter, y sin citar expresamente a Ana Sánchez, el embajador señala textualmente: “Cada país tiene el derecho soberano de negarle la entrada a su territorio a personas q actúan para deslegitimizarlo y criminalizarlo. Israel es una democracia abierta y da la bienvenida a visitantes de todo tipo pero debe defenderse de los q trabajan activamente para su destrucción”.
Israel prohibió el pasado martes la entrada al país a Ana Sánchez cuando llegó al aeropuerto Ben Gurion formando parte de una delegación de cargos públicos españoles para visitar Palestina, entre los que están el tercer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens; las diputadas de la Asamblea de Madrid Isa Serra y Elena Sevillano; la diputada del Parlamento de Cataluña Susanna Segovia; o la concejala del Ayuntamiento de Valencia Neus Fábregas.
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Ana Sánchez fue rechazada por pertenecer al movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones de Israel
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Las autoridades israelíes acusan a la cooperante española de pertenecer al movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones de Israel (BDS), informó el ministerio de Asuntos Estratégicos israelí.
«Ana Sánchez Mesa es miembro sénior del Comité Nacional del BDS en España y directora de las campañas internacionales de la organización», dijo el portavoz ministerial, Ben Moore, y se le vetó el paso a Israel «siguiendo una recomendación del ministro de Asuntos Estratégicos y Diplomacia Pública, Guilad Erdán», que había sido previamente aceptada por el ministro de Interior, Aryeh Deri.
Por su parte, Deri señaló que se trata de una activista de alto rango de una prominente organización de boicot que busca causar daño a Israel».
De acuerdo a la ley local, las autoridades pueden no expedir visados ni permisos de residencias a los extranjeros implicados en acciones de boicot, aunque existe la posibilidad de que el Ministerio de Interior israelí revise cada situación y autorice el acceso en casos particulares.