Borrell en su encuentro con Arreaza./ Foto: MAEC
The Diplomat. 18/07/2018
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, aprovechó su participación en la reunión de los jefes de la diplomacia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y de la UE para afrontar las crisis de los dos países latinoamericanos cuya situación más preocupa en estos momentos a España y al conjunto de la UE, Venezuela y Nicaragua.
Las crisis de ambos países no figuraban en la agenda del encuentro UE-CELAC -centrada en el multilateralismo, el comercio libre frente al proteccionismo, el cambio climático, la Agenda 2030 y los derechos de las mujeres-, lo que no impidió, según informó el propio ministro español a la prensa, que los países del grupo de Lima aprovechasen la ocasión para hacer «una dura crítica al régimen» de Nicolás Maduro y que 13 países latinoamericanos expresaran de forma conjunta su «preocupación» por la situación de Nicaragua.
En todo caso, la reunión UE-CELAC, celebrada el lunes y el martes, concluyó con una declaración final en la que, sin aludir a ningún país en concreto, se reafirma el “compromiso de seguir trabajando juntos para promover la democracia, mediante elecciones libres y limpias, el respeto del Estado de derecho y la protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales para todas las personas”. La UE y la CELAC agrupan un total de 61 Estados, una tercera parte de los miembros de Naciones Unidas, con casi 1.000 millones de habitantes.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de Exteriores de la UE, celebrada también este lunes en Bruselas, Borrell declaró que España “no va a abanderar las líneas duras de las sanciones cuando haya un problema en Latinoamérica”. «No quisiéramos repetir el ejemplo de Cuba, cuando fuimos nosotros los que encabezamos la línea dura», agregó.
El ministro español se reunió en los márgenes del encuentro UE-CELAC con su homólogo de Venezuela, Jorge Arreaza, a quien trasladó la profunda preocupación de la UE por la situación en el país y manifestó “la voluntad del Gobierno de España de contribuir activamente a que se generen las condiciones para una salida democrática, pacífica y negociada a dicha situación y la intención de mantener, con tal propósito, una interlocución fluida con gobierno, oposición y los actores internacionales relevantes”.
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La reunión UE-CELAC pide DDHH, democracia y elecciones libres sin mencionar a ningún país en concreto
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En un principio, se había anunciado la posibilidad de que Borrell se entrevistara en Bruselas con el ministro secretario privado para Políticas Nacionales de Nicaragua, Paul Oquist, con quien iba a abordar la situación en su país, pero finalmente las reuniones bilaterales del ministro se limitaron a sus encuentros con Arreaza y con sus homólogos de Chile, Uruguay y Bolivia, según precisaron fuentes del Ministerio. Oquist se entrevistó el pasado 6 de julio en Madrid con el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia.
Según declaró Borrell a la prensa, todos los asistentes a la reunión UE-CELAC , especialmente Alemania, expresaron su preocupación por la situación en Nicaragua, cuya situación, en palabras del ministro, “va de mal en peor”. Asimismo, el Gobierno nicaragüense presentó una propuesta para que la UE ejerza de mediadora en la crisis del país centroamericano, pero «aún no hay una respuesta”, precisó Borrell.
El Gobierno español reclamó este pasado lunes en un comunicado que se investiguen y juzguen todas las muertes acaecidas durante la crisis de Nicaragua y exigió que “se respeten los derechos de reunión, manifestación y libertad de expresión”.