<span style="font-size: small;">López Garrido, Sartorius, Pascual Marcos y María Pallares, de Friedrich Ebert Stiftung./ Foto:<strong> Alternativas</strong></span> <span style="font-size: small;"><strong>Eduardo González.</strong> 31/05/2018</span> <span style="font-size: medium;"><strong>El auge de los nacionalismos populistas refleja los problemas de un proyecto europeo que, tras la crisis financiera de 2008, falló en su obligación de proteger a los ciudadanos. Por ello, la defensa de la UE pasa por fortalecer el pilar social comunitario y potenciar la unión política bajo premisas democráticas y federales.</strong></span> Éstas son algunas de las principales conclusiones del VII Informe sobre<a href="http://www.fundacionalternativas.org/public/storage/publicaciones_archivos/f4e20e6bc9e2ffd79bb40daccd47a49c.pdf" target="_blank" rel="noopener"><strong><i> El estado de la Unión Europea 2018: Los Estados europeos ante las reformas de la Unión</i></strong></a>, elaborado por la <strong>Fundación Alternativas y la Friedrich-Ebert-Stiftung</strong> y que fue presentado ayer en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. “El nacionalismo y el populismo no son causa, son consecuencia”, advirtió el vicepresidente ejecutivo de Alternativas, <strong>Nicolás Sartorius</strong>. “Cuando la gente no se siente protegida por la UE, sigue discursos vinagreros y demagógicos que prenden la yesca y la política de austericidio fue nefasta en este sentido”, añadió. “La UE no puede seguir sin una política social, tenemos que elegir entre lo social y el nacionalismo”, agregó. “La UE debe ser beligerante en su oposición a las medidas antidemocráticas, xenófobas y antieuropeas”, declaró, por su parte, el presidente del Consejo de Asuntos Europeos de la Fundación Alternativas, ex secretario de Estado para la UE y coordinador del Informe,<strong> Diego López Garrido</strong>. Por ello, propuso que “los fondos comunitarios tengan condicionalidad política, no sólo económica, y se sometan a la acogida de la cuota de refugiados o al respeto a los elementos fundamentales del Estado de derecho”. [hr style="single"] <span style="font-size: x-large;">Alternativas piden una Europa más social que condicione los fondos comunitarios al respeto al Estado de derecho</span> [hr style="single"] En el mismo acto, el <strong>director general de Integración y Coordinación de Asuntos Generales de la UE del Ministerio de Asuntos Exteriores, José Pascual Marco</strong>, reconoció que los Estados tienen “ambiciones muy cortas” a la hora de afrontar el proyecto europeo, pero precisó que “es difícil tener grandes ambiciones cuando no tienes un mandato claro del electorado”. <strong>“La política económica europea no tiene mucha legitimidad democrática”</strong>, prosiguió. “Puede ser buena o mala, pero es una política económica alemana que no tiene un electorado detrás y responde a los intereses de Alemania”, lamentó. Por su parte, el excomisario europeo y exministro socialista <strong>Joaquín Almunia</strong> expresó su temor de que, tras las elecciones europeas de mayo de 2019, “el próximo Parlamento Europeo tenga más populistas y nacionalistas que nunca, hasta un 15%”. Asimismo, el también exministro socialista y expresidente del Parlamento Europeo <strong>Josep Borrell</strong> hizo una interpretación muy gráfica de los resultados de las elecciones italianas: “España no cumple las normas de déficit y crece. Italia las cumple, pero no crece. Por tanto, vamos a pasarnos por la piedra el objetivo de déficit y, como las decisiones se toman en Bruselas, ponemos en Roma a un cómico, que será más divertido”.