Obras de la mina de Retortillo./ Foto: Youtube
Eduardo González. 22/05/2018
Representantes de los Gobiernos de España y Portugal se reunirán este próximo jueves en Madrid para debatir sobre la posible apertura de una mina de uranio a cielo abierto en la localidad salmantina de Retortillo, un proyecto que ha generado un nuevo conflicto fronterizo entre los dos países.
Según informaron fuentes del Ministerio de Exteriores a The Diplomat, el encuentro ha sido convocado por España con objeto de analizar los detalles técnicos del proyecto de la empresa australiana Berkeley para construir la mina de uranio a cielo abierto más grande de Europa.
La delegación española estará formada por representantes de los Ministerios de Exteriores, Energía y Agricultura y Medio Ambiente, así como de la Junta de Castilla y León y del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Por parte de Portugal, según informaron fuentes diplomáticas al diario luso Público, la delegación estará compuesto por representantes del Ministerio de Exteriores y de la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente. La reunión se va a celebrar al amparo del Protocolo de actuación firmado por los dos países en 1998 sobre evaluaciones ambientales de planes, programas y proyectos con efectos transfronterizos.
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La reunión ha sido convocada por Exteriores y traerá a representantes de los gobiernos de ambos países
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El pasado mes de febrero, el Gobierno español aseguró que la autorización de la mina no estaba garantizada, pero Portugal ha insistido desde entonces en pedir explicaciones sobre los posibles efectos medioambientales de la explotación.
La autorización de la mina sigue pendiente del CSN y, en última instancia, de la Comisión Europea, que ha abierto una investigación por la falta de información del Gobierno español. La Agencia Portuguesa de Medio Ambiente ha alertado de que la mina podría causar contaminación radiológica en el aire y en las aguas del río Yeltes, un afluente del Duero que abastece a dos millones de personas.
La polémica fronteriza por la mina de Retortillo –a 70 kilómetros de Salamanca y a 50 de la frontera con Portugal- se une a la que se generó en su momento por el proyecto de construcción de un almacén de residuos nucleares en la central nuclear de Almaraz (Cáceres), que ha sido denunciada ante Bruselas por Lisboa por no contar con una evaluación de los impactos transfronterizos.