Enrique Miguel Sánchez Motos
Administrador Civil del Estado
Ciudadanos tiene una oportunidad de oro para consolidar su futuro como partido de gobierno. El golpismo separatista dio lugar a que se le valorara como el partido más españolista, a pesar de que no apoyó la aplicación del 155 hasta el 2 de octubre. Hoy se encuentra ante una nueva coyuntura ideal para llegar a ser el partido que atraiga a votantes tradicionales de la izquierda y derecha moderadas. Los españoles de todos los colores están hartos de las mentiras reiteradas de la vida política.
Ningún político sabe nada de lo que ha hecho su partido. Sin embargo, todos son capaces de decir, perfectamente, lo que ocurre en los demás partidos. En el caso de los ERE en Andalucía nadie del PSOE sabe nada. Tampoco el PSOE sabe nada sobre el posible “Gurtel” aflorado en el socialismo valenciano.
En el PP nadie sabe nada sobre la trama “Gürtel”, financiación ilegal del partido, a pesar de los SMS a Bárcenas y de los numerosos datos que han ido apareciendo. Tampoco sobre la trama “Púnica” u otras.
Los partidos vascos y catalanes tampoco saben nada sobre los casos de corrupción que les afectan y, por supuesto, Podemos no sabe nada de la financiación venezolana o iraní de su partido.
Mariano Rajoy tuvo la gran oportunidad de su vida en agosto de 2003 cuando tuvo que ir a declarar al Congreso sobre la financiación ilegal de su partido. ¿Qué habría ocurrido si Rajoy hubiera dicho algo así?: “España se encuentra ante una profunda crisis económica y de desempleo. Debemos estar juntos y dejar de lado la demagogia. Cada uno sabe en su partido lo que ha habido y lo que hay. Pero yo hoy comparezco como presidente del Gobierno y del PP para hablar del caso Bárcenas y debo ser el primero en dar ejemplo. Reconozco que en mi partido ha habido contabilidad B y sobresueldos. Es mi parte de contribución a la verdad. Ahora, señores diputados, queda en su mano tomar las decisiones que estimen oportunas”. Sin embargo, no lo hizo y el “Luis, sé fuerte” lo perseguirá toda la vida.
Tampoco Pedro Sánchez ha hecho ninguna declaración sobre el caso de los ERE.
La actualidad se centra ahora en el falso master de Cifuentes. El caso es infinitamente menor que la corrupción de los ERE, Gurtel, el 3% y otros, pero expone la raíz de la corrupción política: la mentira, la incapacidad de reconocer y de pedir perdón. EL PSOE se ha lanzado en tromba presentando una justificada moción de censura, con el apoyo de Podemos y también de Ciudadanos, si Cifuentes no dimite. Pero le han aparecido casos de falsedad en los currículos presentes o pasados de diversos de sus miembros más conocidos: Jose Manuel Franco, Elena Valenciano, etc. Y en todos los partidos aparecen casos similares: Tomás Burgos, Miguel Angel Gutiérrez, Cesar Zafra, Juan Manuel Moreno Bonilla, etc. ¿Y ahora qué?
He aquí la gran oportunidad de Ciudadanos: abrir una nueva etapa en la política basada en la verdad. Para ello, hay que denunciar la mentira y los silencios cómplices en todos los partidos. Y, por supuesto, reconocer también la falsedad de los currículos, incluidos los que se hayan dado en el seno de Ciudadanos. No se trata de añadir más leña al fuego sino de proponer a todos los partidos que se acuerden unas líneas éticas de aplicación a todos, basadas en el repudio a la mentira. En suma, una transición hacia una etapa nueva en el comportamiento de los partidos.
01/05/2018. © Todos los derechos reservados