<span style="font-size: small;"><strong>The Diplomat</strong>. 25/04/2018</span> El diplomático y autor teatral <strong>Íñigo Ramírez de Haro</strong>, cuñado de la ex dirigente del PP<strong> Esperanza Aguirre</strong> y persona que se ha visto envuelta en los últimos años en distintas polémicas, ha logrado, por fin, su objetivo de ser destinado a una importante capital europea. Según la resolución de reparto de puestos diplomáticos en el exterior, Ramírez de Haro, XX marqués de Cazaza en África, será el “número dos” de la Representación Permanente de España ante la Unesco, con sede en París. Íñigo Ramírez de Haro adquirió notoriedad en 2004, cuando tras estrenar una obra de teatro con el provocador título de “Me cago en Dios” recibió más de 3.000 denuncias. Más recientemente, en marzo de 2015, el entonces ministro de Exteriores, <strong>José Manuel García-Margallo</strong>, ordenó su destitución como ministro consejero de la <strong>Embajada en Serbia</strong>, cuando se encontraba como<strong> Encargado de Negocios</strong> por ausencia del embajador, y después de que durante la<strong> </strong>promoción de una nueva obra -”Trágala, Trágala”-, le acusara de utilizar contra él métodos inquisitoriales. Desde entonces, Ramírez de Haro vagó sin una ocupación concreta por los pasillos del Ministerio de Asuntos Exteriores a la espera de lograr un puesto en un destino en el que pudiera seguir desarrollando su actividad teatral, pero consciente de que mientras García-Margallo estuviera al frente del Palacio de Santa Cruz le iba a resultar prácticamente imposible. El nombramiento como ministro de<strong> Alfonso Dastis</strong>, que es compañero de promoción en la Escuela Diplomática, le abrió un nuevo escenario. Según cuentan fuentes diplomáticas, el pasado año intentó ser nombrado consejero cultural en París, pero al no lograrlo, apuntó al mismo puesto en la Embajada en Londres, que había dejado vacante Fernando Villalonga, tras ser nombrado embajador en Brasil. La pretensión de Ramírez de Haro, que al parecer contaba con el apoyo de Dastis, provocó momentos de tensión en el Ministerio, porque el entonces subsecretario del Departamento, <strong>Cristóbal González- Aller, </strong>no lo consideraba la persona adecuada para un puesto al que aspiraban también otros diplomáticos. <p align="left">Ante la discrepancia, la petición de Ramírez de Haro fue sometida a votación en el seno de la Junta de la Carrera, cuyos pronunciamientos, aunque no son vinculantes, si suelen ser respetados por el ministro. El resultado de la votación fue de empate entre el cuñado de Aguirre y <strong>Miguel Olivares</strong>, que en en ese momento era director de Casa Mediterráneo, pero el voto de calidad del subsecretario inclinó la balanza a favor de este último.</p> <p align="left"></p> <p align="left">En la convocatoria de 2018, ausente ya de la Subsecretaría González-Aller, el cuñado de Esperanza Aguirre tuvo mejor suerte y consiguió su objetivo de ser nombrado delegado permanente adjunto ante la Unesco, una Embajada a cuyo frente estará <strong>Teresa Lizaranzu,</strong> en principio hasta verano de 2019.</p>