<span style="font-size: small;">El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.</span> <span style="font-size: small;"><strong>The Diplomat.</strong> 24/04/2018</span> <span style="font-size: 1em;"> </span> <strong><span style="font-size: medium;">El Gobierno español indicó ayer que sigue con “gran preocupación” los acontecimientos que se están produciendo en Nicaragua, al tiempo que expresó su solidaridad con los familiares de las víctimas mortales y deseó una pronta recuperación a todos los heridos.</span></strong> Respecto al diálogo que propugna el presidente del país centroamericano, Daniel Ortega, el Ejecutivo de Mariano Rajoy señaló que esta es la vía para resolver las diferencias, pero reclamó respeto a la libertad de expresión y manifestación de los ciudadanos contrarios a las últimas decisiones de Ortega, en especial la reforma de la Seguridad Social que finalmente fue derogada por el propio mandatario. En este sentido, el Gobierno hizo un llamamiento “al cese de la violencia y a la máxima contención en las actuaciones de las fuerzas de seguridad del Estado”, y ofreció “toda su colaboración” para el establecimiento de una vía “de diálogo efectivo” entre todos los actores nicaragüenses. Asimismo, la Embajada española mantiene su actividad, está en permanente contacto con la colonia española para prestarle la asistencia consular necesaria y ha habilitado tres líneas de teléfono para emergencias consulares. [hr style="single"] <span style="font-size: x-large;">La represión en Nicaragua protagonizó una parte del Premio Cervantes al novelista Sergio Ramírez</span> [hr style="single"] La represión en Nicaragua protagonizó una parte del acto central del Premio Cervantes de este año, que recayó en el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, quien en la década de los ochenta fue vicepresidente de Ortega antes de desmarcarse del sandinismo. <span style="font-size: 1em;"> “Permítanme dedicar este premio a la memoria de los nicaragüenses que en los últimos días han sido asesinados en las calles por reclamar justicia y democracia, y a los miles de jóvenes que siguen luchando sin más armas que sus ideales porque Nicaragua vuelva a ser república”", indicó el premiado nada más empezar su discurso.</span> Ramírez subrayó que como novelista no puede ignorar "la anormalidad constante de las ocurrencias de la realidad en que vivo, tan desconcertantes y tornadizas, y no pocas veces tan trágicas pero siempre seductoras”, en referencia al momento que vive su país. “Cerrar los ojos es traicionar el oficio”, advirtió el escritor en un alegato al que se sumó el rey Felipe VI: "<span style="font-size: 1em;">En estas horas difíciles toda España lleva a Nicaragua en su corazón", dijo el monarca.</span>