<span style="font-size: small;">Foto: <strong>@SE_mx</strong></span> <span style="font-size: small;"><strong>Eduardo González.</strong> 24/04/2018</span> <span style="font-size: medium;"><strong>Los principales intereses económicos de España en México no dependen directamente del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o Nafta), por lo que un fracaso en la actualización de este acuerdo comercial no afectaría especialmente a las empresas españolas, sobre todo tras el principio de acuerdo al que llegaron este fin de semana México y la Unión Europea para modernizar su tratado comercial (TLCUEM) de 2000.</strong></span> Así lo advirtió ayer <strong>el subdirector general de Política Comercial con Iberoamérica y América del Norte del Ministerio de Economía, Antonio Sánchez Bustamante</strong>, durante su intervención en la jornada sobre <i>El Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Análisis y valoración de la negociación. Impacto sobre las empresas españolas</i>, organizado por la <strong>Fundación Ramón Areces</strong> en su sede de Madrid. Según el subdirector, México es “un mercado estratégico para España”, ya que no sólo es el primer destino de las exportaciones españolas en América Latina, sino que España es el segundo inversor mundial en el país, sólo por detrás de EEUU. <strong>“En México hay más de 6.000 empresas españolas”</strong>, especialmente en los sectores de finanzas y seguros, telecomunicaciones, construcción y energía,<strong> unos sectores que, aseguró, “no están favorecidos directamente por el Nafta”. </strong>Por lo tanto, aunque el Nafta “ofrece seguridad jurídica y económica” para los inversores, <strong>“el propio país, México, ofrece grandes oportunidades de inversión, con o sin Nafta”</strong>, aseguró Sánchez Bustamante. [hr style="single"] <span style="font-size: x-large;">La embajadora Roberta Lajous agradece el apoyo de España en las negociaciones con Bruselas</span> [hr style="single"] Estas oportunidades, añadió, se han visto especialmente reforzadas <strong>“por la mera existencia y por la renovación del tratado UE-México”</strong>. Tanto las relaciones comerciales bilaterales como las inversiones españolas en México se incrementaron especialmente a partir de 2000 con la firma del TLCUEM, un tratado que se ha convertido “en la referencia de las relaciones comerciales y de inversión”, agregó. Por ello, aseguró Sánchez Bustamante, <strong>un retroceso en las actuales negociaciones entre EEUU, Canadá y México “no sería un problema grave para España</strong>”, aunque sí lo seria “para las empresas españolas del sector automotriz y de componentes”. En el mismo acto,<strong> la embajadora de México, Roberta Lajous</strong>, agradeció “el apoyo de España” a las negociaciones del TLCUEM, que supone “un mensaje al resto del mundo a favor de la globalización y el libre comercio”. Por su parte, <strong>el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Fernando García Casas</strong>, declaró que España y México “comparten una visión del mundo sin aislacionismos” en el que “las disputas comerciales se arreglen en el marco de la OMC y no mediante medidas unilaterales”.