El embajador durante la presentación del informe./ Foto: @rielcano
Eduardo González. 11/04/2018
Españoles y franceses comparten una visión positiva sobre la UE, pero ahí terminan las coincidencias. Mientras los segundos son bastante más recelosos de su identidad nacional y ven a Europa, sobre todo, como un instrumento para afrontar los retos de la economía global, los nuestros son claramente “más entusiastas” con la UE, confían más en las instituciones europeas que en las propias y ven a Europa sobre todo como una solución a sus problemas.
De acuerdo con una encuesta realizada en los dos países por el Real Instituto Elcano y la Asociación de Amistad Hispano-Francesa Diálogo entre febrero y marzo de este año, aunque los europeístas son una minoría tanto en Francia (28%) como en España (15%), los españoles mantienen una actitud más positiva “y quizá algo ingenua hacia la UE”, según declaró ayer el presidente del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa, durante la presentación del informe en la Residencia del embajador de Francia en Madrid.
El 62% de los españoles hace una valoración globalmente positiva de la pertenencia a la UE, frente al 40% de los franceses, según la encuesta, que añade que, “mientras que para la gran mayoría de los franceses la UE es un hecho que les ha acompañado a lo largo de sus vidas adultas, para los españoles, la entrada en la UE representó el símbolo de un logro muy importante: la democratización, apoyada por Europa, y el fin del aislamiento internacional”. “En España sigue siendo válido el lema orteguiano de ‘España como problema y Europa como solución’”, añadió Lamo.
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En España sigue prevaleciendo una imagen “ingenua” de Europa como “solución a los problemas”
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Los retos que supone la pertenencia a Europa también están marcados por esa dicotomía, ya que, mientras “los franceses desean que la UE sea, en primer lugar, un instrumento para competir mejor en la economía globalizada”, los españoles, “que todavía se ven a sí mismos en el bando de los receptores de ayudas -pese a que España ha pasado a ser contribuyente neto al presupuesto comunitario-, quieren que la UE sea, en primer lugar, un gran distribuidor de riqueza”.
El informe revela también que el nacionalismo francés es “mucho más poderoso que el español”, lo cual explica sus mayores reticencias hacia cualquier proceso que debilite la soberanía nacional, mientras que los españoles, “por el contrario, tienen una identidad nacional más débil, desconfían de sus propias instituciones y confían en las europeas”.
“Francia es un país fundador de la UE y España es un país no fundador, pero ha sido el país que mejor ha incorporado el proyecto y es de los pocos en los que el euroescepticismo no tiene una expresión política”, declaró durante la presentación del acto el embajador de Francia, Yves Saint-Geours.
