Alfonso Dastis y Serguei Lavrov.
The Diplomat. 27/03/2018
El Ministerio de Asuntos Exteriores comunicó ayer a la Embajada rusa la expulsión de dos de sus funcionarios diplomáticos en Madrid que deberán, en consecuencia, abandonar el territorio nacional en el plazo de una semana.
La medida afecta a dos agregados de la Embajada rusa que no tenían cometidos específicos y que, por tanto, eran considerados por el Ejecutivo español como espías, según informaron fuentes diplomáticas a The DIplomat. La legación que dirige Yuri Korchagin tiene una treintena de diplomáticos en la actualidad.
Tanto en 2010 como en 2014 hubo también expulsiones de diplomáticos rusos por parte de España, decisiones que tuvieron medidas recíprocas por parte de Moscú, así que Exteriores espera que Rusia responda con la misma moneda en este caso.
El anuncio español se adoptó en solidaridad con el Reino Unido tras el envenenamiento del exespía ruso Serguei Skripal y su hija el pasado 4 de marzo en la localidad británica de Salisbury. Desde el principio, el Gobierno de Mariano Rajoy consideró que el atentado perpetrado en Salisbury mediante el empleo de un agente neurotóxico es un hecho de «extrema gravedad» que representa una «seria amenaza a nuestra seguridad colectiva y al Derecho Internacional», indicó Exteriores en un comunicado.
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Los diplomáticos expulsados eran potenciales espías al trabajar como agregados sin cometidos específicos
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La decisión española fue acordada con otros países aliados. Estados Unidos, por ejemplo, anunció la expulsión de 48 diplomáticos de la embajada rusa en Washington y de otros 12 de la misión permanente de ese país en Naciones Unidas, así como el cierre del Consulado de ese país en la ciudad de Seattle, donde la Marina estadounidense tiene una de sus mayores bases. Es la mayor expulsión de diplomáticos rusos en la historia de EEUU.
Asimismo, Canadá y otros 14 países de la UE expulsaron en cadena a ciudadanos y diplomáticos rusos de sus respectivos territorios. Entre los países europeos, además de España, están Alemania, Francia, Italia, Polonia, los tres países bálticos, Holanda, República Checa y Dinamarca. Al margen de la UE, pero dentro del espacio europeo, están también Noruega y Ucrania entre los que se sumaron a dicha medida.