Imagen virtual de la planta./ Foto: UfM
The Diplomat. 25/03/2018
La conferencia de donantes organizada en Bruselas por la Comisión Europea, el Gobierno de Palestina y la Unión por el Mediterráneo (UpM) ha puesto en marcha la construcción de una planta desalinizadora que suministrará agua potable a dos millones de palestinos en la Franja de Gaza.
La planta permitirá asegurar “una solución sostenible a la crónica y permanente escasez de agua y a la crisis humanitaria” en la Franja de Gaza, donde más del 95% del agua no es apta para consumo humano debido a la sobreexplotación del acuífero costero, según informó la UpM.
El proyecto, promovido por el Gobierno palestino, fue aprobado unánimemente por los 43 estados miembros de la UpM en junio de 2011 y, desde entonces, ha contado con la colaboración de la Comisión Europea, el Banco Europeo de Inversiones, el Banco Islámico de Desarrollo y el Banco Mundial.
Los participantes en la conferencia, celebrada el pasado 20 de marzo precisamente para consolidar el apoyo financiero y político para la construcción de la planta, se han comprometido a aportar un total de 456 millones de los 562,3 millones de euros presupuestados (más del 80% del coste total), lo que permitirá avanzar en las siguientes fases de implementación.
[hr style=»single»]
El proyecto, la mayor infraestructura de la historia de Gaza, suministrará agua a dos millones de personas
[hr style=»single»]
La conferencia fue inaugurada por el jefe de la Autoridad Palestina del Agua, el ministro Mazen Ghunaim, y el Comisario de la UE para la Política Europea de Vecindad y Negociaciones de Ampliación, Johannes Hahn, en presencia del vicesecretario general de la UpM para Agua y Medio Ambiente, el español Miguel García-Herraiz.
La planta desalinizadora será el mayor proyecto de infraestructura construido hasta el momento en la Franja de Gaza, según la UpM, que recordó que “la disponibilidad de agua potable en la Franja, uno de los lugares más densamente poblados del planeta, es de las más bajas del mundo”.
La única fuente de agua potable para dos millones de gazacíes es, en la actualidad, el acuífero costero. Aparte de ser insuficiente para cubrir la demanda, sólo el 3% del agua procedente del acuífero y consumida por una población en constante crecimiento cumple las normas de calidad del agua potable establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). «El proyecto, que está más cerca que nunca de ser realidad, tendrá un efecto directo sobre la salud pública y la situación humanitaria en la Franja de Gaza”, declaró Miguel García-Herraiz.