Lau Kjeld Andersen y Franca Lorella Deza.
The Diplomat. 03/03/2018
El Ministerio de Asuntos Exteriores está molesto con la cónsul general de Perú en Barcelona, Franca Lorella, y el cónsul honorario de Dinamarca en esa ciudad, Lau Kjeld Andersen, por sus acciones posteriores a la destitución de Albert Ginjaume como cónsul honorario de Finlandia, a raíz de que el Gobierno considerase que las actividades de este último eran incompatibles con las funciones que se le concedieron, según indicaron fuentes oficiales españolas.
En el caso de Lorella, la cónsul peruana envió una carta a la embajadora finlandesa en Madrid, Tiina Jortikka-Laitinen, en la que destacó la labor ejercida por Ginjaume en Barcelona. En la misiva se presentó como decana del Cuerpo Consular en esta ciudad y dio a entender que su escrito estaba respaldado por el resto de colegas extranjeros, un extremo que fue desmentido posteriormente por la representante peruana.
Tras tener conocimiento de esta iniciativa, el Ministerio de Asuntos Exteriores se puso en contacto con el embajador peruano en Madrid, José Antonio García Belaunde, para manifestarle su malestar por la acción de su cónsul general en Barcelona. Por lo que respecta al representante danés, Andersen tuvo una iniciativa similar a Lorella al enviar una carta a la embajador finlandesa subrayando el buen desempeño de Ginjaume. Las citadas fuentes adelantaron que se trasladaría la misma queja al embajador danés en Madrid, John Nielsen.
[hr style=»single»]
Exteriores trasladó en noviembre la Embajada finlandesa la primera de varias quejas por el cónsul honorario
[hr style=»single»]
Desde Exteriores se quiso hacer hincapié en que el cese de Ginjaume reclamado por España no se debe a un encuentro con la presidenta de la Diputación de Barcelona y alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa (PDeCAT), a la que asistieron otros cónsules afincados en la citada ciudad.
En realidad, las quejas a la Embajada finlandesa se iniciaron en noviembre y hubo varios “avisos” hasta que en febrero se exigió a la embajador Jortikka-Laitinen la destitución del cónsul honorario por una “conducta no ejemplar” al hacer “manifestaciones públicas” a favor del proceso independentista.
