<span style="font-size: small;">Casa del Mediterráneo carece, en opinión del Tribunal de Cuentas, “de planificación estratégica”.</span> <span style="font-size: small;"><strong>The Diplomat.</strong> 09/02/2018</span> <strong><span style="font-size: medium;">El pleno del Tribunal de Cuentas aprobó ayer el informe de fiscalización de <a href="http://casa-mediterraneo.es/" target="_blank" rel="noopener">Casa del Mediterráneo </a>durante los ejercicios 2014 y 2015, en el que se critica la gestión financiera de este consorcio público con sede en Alicante.</span></strong> El informe <strong><a href="https://thediplomatinspain.com/wp-content/uploads/2018/02/I1263.pdf" target="_blank" rel="noopener">(pinche aquí para leerlo) </a></strong>advierte, en primer lugar, que los estados financieros de Casa del Mediterráneo en esos dos años “no expresan la imagen fiel del patrimonio de la entidad fiscalizada, de su situación financiera, del resultado económico-patrimonial y de la ejecución del presupuesto”. En este sentido, las cuentas de tesorería presentan” elevados saldos”, con el agravante de que la cuentas corrientes y los depósitos a plazo fijo se gestionaron en tres entidades bancarias, de las que dos no respondieron a la solicitud “reiterada” del Tribunal para que confirmasen los saldos y las condiciones de las citadas cuentas. Además, hasta finales de 2015, la única firma autorizada en todos los bancos era la de la directora general, representando así “un riesgo de control interno”. Casa del Mediterráneo carece, en opinión del Tribunal de Cuentas, “de planificación estratégica” y las actividades se realizan sin detallar su finalidad, condiciones de participación, otros organizadores del evento, etc. “Todo lo anterior impide realizar una valoración objetiva del resultado de las actividades; así como, de la adecuación de las mismas a los fines del Consorcio y a los objetivos que se deberían haber establecido”, se indicó en un comunicado. Asimismo, el actual sistema de financiación del consorcio público “se encuentra establecido en sus estatutos con notable ambigüedad” y no es apto para fundamentar el funcionamiento normal de cualquier entidad, “debido a las incertidumbres” para la programación y ejecución de las actividades y de los gastos. El principal gasto de Casa del Mediterráneo en los años fiscalizados ha sido la rehabilitación del edificio ‘Antigua estación de Benalúa’, propiedad de ADIF y usado por el consorcio desde 2009 mediante un contrato de explotación. Hasta el 31 de diciembre de 2015, esta entidad de Exteriores destino un total de 3,7 millones de euros por obras de rehabilitación del inmueble, de los cuales 1,4 millones proceden de una subvención del Ministerio de Fomento con cargo al denominado 1% cultural. [hr style="single"] <span style="font-size: x-large;">Casa del Mediterráneo deberá subsanar “las limitaciones, salvedades y deficiencias contables”</span> [hr style="single"] De la revisión de la documentación contractual relativa a estas actuaciones se observaron varias “incidencias”. La más destacada es que la tramitación de las obras con diferentes contratos ha podido incurrir en un fraccionamiento del objeto del contrato, “prohibido expresamente en la normativa de contratación pública”. Por todo ello, el Tribunal de Cuentas recomienda que Casa del Mediterráneo tenga una “rigurosa acomodación de los gastos a los ingresos, modificando al efecto los estatutos”, que establezca una programación de actividades “eficaz y adecuada a las posibilidades de financiación y de medios personales y materiales” del consorcio y que subsane en las próximas cuentas “las limitaciones, salvedades y deficiencias contables” expuestas en el informe.