<span style="font-size: small;">Millán recibe el relevo del general belga Bart Laurent./ Foto: <strong>Ministerio de Defensa</strong></span> <span style="font-size: small;"><strong>Eduardo González.</strong> 05/02/2018</span> <span style="font-size: medium;"><strong>España asumió esta semana, por segunda vez, el mando de la misión de la Unión Europea en Malí (EUTM-Malí). El relevo se ha producido a pocas fechas de que se celebre en Bruselas la conferencia para el desarrollo de la fuerza militar conjunta de los países del Sahel (G-5), que obligará, precisamente, a modificar el mandato de la misión europea para adaptarla a las necesidades del resto de la región.</strong></span> Los cinco países del Sahel que conforman el <strong>G5 (Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger)</strong> crearon en julio del año pasado una Fuerza Militar Conjunta (G5 Sahel) para combatir el auge del yihadismo en la región, restablecer el Estado en muchas zonas y colaborar con las labores humanitarias. La fuerza cuenta con el respaldo de la Unión Africana, la UE y Naciones Unidas. Con este fin, el próximo 23 de febrero se celebrará en <strong>Bruselas</strong> una conferencia para establecer el apoyo financiero a la nueva fuerza conjunta, que contará con unos 5.000 efectivos. Según informaron fuentes de la misión de la UE en Malí durante un encuentro en la sede de la Fundación Alternativas, los cinco Estados implicados han estimado en <strong>423 millones de euros</strong> la cantidad necesaria (en dinero o en forma de ayuda logística o militar) para poner en marcha esta nueva fuerza, de los cuales, de momento, sólo se han podido reunir 250 millones. [hr style="single"] <span style="font-size: x-large;">España espera aportar a la nueva fuerza conjunta apoyo logístico valorado en unos 27 millones de euros</span> [hr style="single"] Los tratados de la UE impiden la entrega de equipos letales. Esta limitación no la tiene Estados Unidos, que considera el Sahel una región de importancia estratégica para sus intereses y ya ha anunciado su intención de aportar, de forma bilateral, 60 millones a la nueva fuerza conjunta. Por lo que respecta a <strong>España</strong>, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores han precisado que, aunque el Gobierno no puede comprometer a estas alturas con una cantidad precisa de dinero a causa del retraso en los Presupuestos Generales del Estado, nuestro país está en condiciones de aportar <strong>un apoyo logístico cuyo coste podría oscilar alrededor de los 27 millones de euros.</strong> El apoyo logístico español consistirá en<strong> transporte aéreo</strong> y en el envío de académicos y profesores al <strong>Colegio de Defensa del G5 en Nuakchot</strong> para impartir cursos de alto nivel, tal como anunció <strong>el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis,</strong> el pasado mes de diciembre durante una cumbre de líderes europeos y africanos para impulsar la G5 Sahel. Las mismas fuentes precisaron que las labores de adiestramiento que actualmente lleva a cabo la <strong>EUTM</strong> con el Ejército de Malí se extenderán al resto de los miembros del G5 precisamente para reforzar la nueva fuerza conjunta. <strong>Esta extensión, advirtieron, obligará a modificar el actual mandato de la misión europea</strong>, comandada desde el miércoles por el<a href="http://www.defensa.gob.es/comun/slider/2018/DGC-180131-visita-eutm-mali.html" target="_blank" rel="noopener"><strong> general del Ejército de Tierra Enrique Millán Martínez.</strong></a>