Carlos Uriarte Sánchez
Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Rey Juan Carlos
En estos veinticinco años Uzbekistán se ha convertido en un Estado independiente y soberano, que forma parte de manera responsable de la comunidad internacional. El país se encuentra inmerso en un proceso de reformas que inició el fallecido presidente Islom Karimov y que continúa su sucesor, Shavrat Mirziyoyev.
En su discurso con motivo del veinticinco aniversario de la Constitución uzbeka, Mirziyoyev señaló lo conseguido y “las enormes tareas por delante para una completa implementación de nuestra Carta Magna”.
Para mejorar los estándares de vida de los ciudadanos y garantizar los derechos humanos, Uzbekistán ha adoptado una Estrategia de Acción con cinco áreas prioritarias. En palabras de Mirziyoyev, “estos trabajos se han convertido en otro nuevo paso en la implementación de los principios básicos de nuestra Constitución”.
Uzbekistán ha introducido reformas encaminadas a democratizar el poder ejecutivo mediante un control de las tareas y un fortalecimiento de la rendición de cuentas ante el parlamento. De esta manera se hace efectiva la idea recogida en el artículo 7 de la Constitución: “El pueblo es la única fuente del poder del Estado”.
Uzbekistán ha tomado medidas para asegurar el derecho a la libertad, la inviolabilidad personal y la presunción de inocencia. Para asegurar la uniformidad judicial se ha combinado el Tribunal Supremo con el Tribunal Económico Supremo. Además, se ha creado un sistema de selección de jueces más transparente con el Consejo Supremo de los Jueces (similar al Consejo General del Poder Judicial).
En esta línea, se ha aprobado un decreto presidencial sobre “Medidas adicionales para fortalecer los derechos y libertades de los ciudadanos en la actividad judicial y de investigación”. En palabras del Presidente Mirziyoyev: “de ahora en adelante, la tortura, psicológica, presión física, así como otros tipos de tratos violentos y crueles no serán tolerados en absoluto”. Se ha prohibido la información obtenida de manera ilegal y se impondrá una responsabilidad penal separada por falsificar pruebas.
Además, la nueva Ley sobre “Difusión y uso de información legal” expande las posibilidades de estudio de materiales relativos a los derechos e intereses de los ciudadanos.
Miziryoyev también se centró en el artículo 37 de la Constitución, que prohíbe el trabajo forzado. En especial, cumplir las recomendaciones para la erradicación del trabajo infantil de la Organización Internacional del Trabajo, obteniéndose resultados muy positivos (el trabajo infantil en la recolección del algodón estaba profundamente arraigado en la idiosincrasia uzbeka).
Los principios básicos de la Declaración Universal de Derechos Humanos fueron reflejados en la Constitución, con la aprobación de un Programa Estatal Especial para propagar la esencia de la Declaración.
2018 tendrá como lema “Un gran futuro comienza hoy” y, en este sentido, el presidente Mirziyoyev marcó en su discurso del pasado 8 de diciembre una serie de prioridades:
1) Los derechos humanos y libertades deben ser garantizado en la actividad diaria de los órganos del Estado: “Son los órganos del Estado los que deberían servir al pueblo y no el pueblo el que debería servir a los órganos del Estado”. Se creará una Agencia de Servicios Rápidos del Estado.
2) Implementar normas relativas a la salud de la población.
3) Principio de justicia social. En palabras del presidente uzbeko: “si la ley es justa, si protege los derechos humanos en la práctica, entonces las personas son respetadas y obedecen la ley”.
4) Libertad de pensamiento, expresión y creencia para construir un estado democrático desarrollado y una sociedad civil fuerte. Es importante un rápido desarrollo de los partidos y de los medios de comunicación.
5) Implementar el principio de responsabilidad mutua, derechos y obligaciones entre ciudadanos, Estado y sociedad.
6) Libertad de emprendimiento e inviolabilidad de la propiedad privada.
En resumen, la observancia de la Constitución uzbeka, el respeto al Estado del derecho, son valores que deben de ser adoptados como criterios fundamentales, tanto por el aparato del Estado como por el pueblo en su conjunto. La Constitución uzbeka debe ser vista implementados todos sus efectos y quizá este XXV aniversario sea una buena oportunidad para una nueva reforma y actualización.
12/01/2018. © Todos los derechos reservados