Alumnas del British School de Valencia./ Foto: BSValencia
Eduardo González. 13/11/2017
La salida británica de la Unión Europea podría acarrear consecuencias a largo plazo para la educación tanto en España como en Reino Unido y, más en concreto, para la enseñanza del inglés en nuestro país, según un informe.
En la actualidad hay alrededor de 120 colegios británicos en España que enseñan a aproximadamente 50.000 alumnos y emplean a varios miles de maestros. Aparte, en nuestro país hay cerca de 4.000 academias de inglés, cada una de las cuales emplea a varios profesores procedentes del Reino Unido.
De acuerdo con un informe difundido a principios de noviembre por la organización Eurocitizens, dedicada a la defensa de los derechos de los británicos en España y los españoles en Reino Unido, la salida de la UE implica la posibilidad de que se exijan permisos de trabajo a los profesores nativos procedentes del Reino Unido, de los que estaban exentos hasta ahora en su condición de ciudadanos de la UE.
Este problema sería especialmente importante para los Colegios Británicos (por lo general afiliados al British Council in Spain y al Council of British International Schools and the European Council of International Schools) y para las academias de inglés de titularidad británica.
[hr style=»single»]
Los profesores nativos necesitarán permisos de trabajo y las tasas universitarias para españoles podrían triplicarse
[hr style=»single»]
Asimismo, tanto escuelas como padres de alumnos han expresado su preocupación por el nuevo sistema de reconocimiento de las calificaciones en Reino Unido que sustituya al modelo actual basado en la UE y, en correspondencia, por la necesidad de convalidar ese nuevo sistema de calificaciones británico en España, algo que no exige actualmente la legislación española, inspirada en la europea.
Aparte, el Brexit también podría afectar al pago de las tasas que habrán de pagar los alumnos matriculados en los colegios británicos en España para acceder a cualquier universidad del Reino Unido. En caso de salida de la UE, Reino Unido podría dejar de beneficiar a los estudiantes europeos con el llamado Home Student Status, que establece la reducción de las tasas universitarias, en pie de igualdad, para los ciudadanos británicos y los del resto de la Unión Europea.
Si no se llega a un acuerdo, los estudiantes matriculados de la UE deberían pagar las tasas que se imponen a los extracomunitarios, lo que supondría, por término medio, un incremento de 10.000 a 30.000 euros por año académico.
En cambio, el informe no cree que el Brexit vaya a afectar excesivamente al intercambio de estudiantes a través del Programa Erasmus, gracias al cual cerca de 5.000 españoles estudian cada año en Reino Unido, aunque admite que “es improbable que continúe de la misma forma y la misma amplitud que ha tenido hasta ahora”. La pertenencia a la UE no es un requisito necesario para participar en Erasmus, que también acoge a jóvenes de países extracomunitarios como Noruega, Ucrania, Turquía, Rusia, Islandia o Macedonia.