<span style="font-size: small;"><span style="line-height: 1.5;">Dolors Montserrat durante su intervención en Bruselas del 18 de octubre./ Foto: </span><strong style="font-size: 1em; line-height: 1.5;">@DolorsMM </strong></span> <span style="font-size: small;"><strong>The Diplomat.</strong> 06/11/2017</span> <strong><span style="font-size: medium;">El Gobierno español dará hasta el final la batalla para que la ciudad de Barcelona acoja la Agencia Europea del Medicamento (EMA en sus siglas en inglés) ya que ve en ello una oportunidad de que los socios de la UE tengan un gesto de cercanía y solidaridad con Cataluña, según informaron fuentes diplomáticas a <em>The Diplomat</em>.</span></strong> El desafío secesionista de las últimas semanas ha provocado que los países europeos y, en particular, las instituciones comunitarias hayan dado la espalda a la declaración unilateral de independencia. Desde Bruselas se insistió al Govern de Carles Puigdemont y a la ciudadanía catalana que la región quedaría fuera de la UE de prosperar la secesión. Tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la convocatoria de elecciones autonómicas para el 21 de diciembre, el Ejecutivo de Mariano Rajoy ve una oportunidad en la EMA para recuperar el europeismo perdido en Cataluña en estos últimos meses, así como un importante activo electoral de cara a los comicios del 21-D. La EMA es uno de los dos organismos –el otro es la Autoridad Bancaria Europea- que deberán cambiar su sede a causa de la futura salida del Reino Unido de la Unión Europea. La decisión final tendrá lugar el próximo 20 de noviembre, mediante una votación secreta a tres vueltas. Barcelona pasó con buena nota el examen técnico que hizo la Comisión Europea sobre las 18 candidaturas junto a Amsterdam y Milán. La disponibilidad de un edificio, la Torre Gloriès, que estaría adaptada a los requerimientos del organismo a primeros del 2019, las buenas conexiones internacionales del aeropuerto de El Prat y la alta disponibilidad de plazas hoteleras son algunos de los factores que destacaron sobre otras candidaturas. La incertidumbre política por el proceso independentista catalán no figuró en la evaluación de Bruselas, pero fuentes consultadas en las instituciones comunitarias y delegaciones diplomáticas europeas consideran que es un factor que juega seriamente en contra de la candidatura catalana. El Ministerio de Sanidad, el Govern y el Ayuntamiento de Barcelona han colaborado en el proyecto, manteniéndolo al margen del conflicto político, pero con algunos roces. En contra de Barcelona juega también el hecho de que España ya cuenta con tres agencias europeas en su territorio.