Foto de Mariano Rajoy.
The Diplomat. 29/10/2017
El Ministerio de Asuntos Exteriores estudiará “caso a caso” el futuro de los empleados en las ‘embajadas’ que la Generalitat de Cataluña tiene distribuidas por el mundo y que, con la excepción de la de Bruselas, han sido cerradas tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, según fuentes diplomáticas.
En Exteriores se confía en que, a partir de mañana, lunes, que es el primer día laborable, no haya actividad en ninguna de las ocho delegaciones cerradas, que son las de Francia, Reino Unido e Irlanda, Alemania, Estados Unidos, Canadá y México, Austria, Italia,Portugal y Dinamarca, ni tampoco en las oficinas que hay en otras capitales, como Ginebra o Varsovia.
Aunque las delegaciones y oficinas han sido utilizadas de manera intensa para difundir el proceso independentistas, tenían, en principio, otras funciones de tipo comercial, turístico o de atracción de empresas que serán asumidas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y, en concreto por las Embajadas correspondientes de España en esos países.
Exteriores estudiará qué hacer con los empleados en las delegaciones y oficinas. Tras ello, tomará una decisión teniendo en cuenta la situación laboral de cada uno de ellos y las tareas que venían desempeñando hasta ahora.
La medida de no cerrar la delegación catalana en Bruselas se adoptó por las peculiares características de las relaciones que mantienen las Comunidades Autónomas con la Unión Europea, donde hay un Comité de las Regiones. Sin embargo, se acordó el cese del delegado, Amadeu Altafaj, que ha mantenido una actitud claramente independentista y que trató, sin éxito, de ser reconocido como “representante permanente de Cataluña ante la UE”, una figura reservada a los embajadores de los Estados miembros.