Dolors Montserrat durante su inrtervención./ Foto: @DolorsMM
The Diplomat. 19/10/2017
La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y el conseller de Salud de la Generalitat de Cataluña, Antoni Comín, coincidieron ayer en Bruselas en el acto público de presentación de la candidatura de Barcelona para acoger la sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
El acto, en plena máxima tensión política por el desafío independentista del Gobierno de Cataluña, tuvo lugar en la sede de la Representación de España ante la Unión Europea y contó también con la presencia del teniente de alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni.
Durante el acto, la ministra anunció “el firme compromiso del Gobierno de España con Barcelona para acoger la EMA” y declaró, en clara alusión al actual problema político, que, “cuando vamos juntos, conseguimos grandes cosas”. “La candidatura de Barcelona es un ejemplo de unidad y logro de todos”, añadió.
En un primer momento, el objetivo aparente de la Generalitat era enviar al acto a un mero responsable técnico, pero finalmente se optó por mandar a Comín, quien aprovechó su intervención para lanzar un mensaje político: “La cooperación es el instrumento adecuado para que trabajen el Gobierno y la Generalitat, y esa relación tiene que basarse en el dialogo y la cooperación».
La EMA es uno de los dos organismos –el otro es la Autoridad Bancaria Europea- que deberán cambiar su sede a causa de la futura salida del Reino Unido de la Unión Europea. La decisión final tendrá lugar el 20 de noviembre, mediante una votación secreta a tres vueltas.
[hr style=»single»]
Dolors Montserrat afirma ante el conceller de Salud que la candidatura es “un ejemplo de unidad”
[hr style=»single»]
El acto celebrado ayer estaba previsto inicialmente para septiembre, pero fue aplazado a causa de la tensión política. No obstante, la propia Montserrat aseguró a finales de mes que el retraso se había debido a meros “problemas de agenda”.
Lo que parece claro es que, de una u otra forma, el desafío soberanista catalán podría dañar las opciones de Barcelona frente a las otras 17 candidatas, entre las que destacan Milán, Bratislava, Copenhague, Ámsterdam (a la que muchos dan por favorita) y Helsinki.
El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, admitió a principios agosto que “no es descartable que alguien, de manera indirecta, haga planear la duda sobre el futuro de Cataluña” para perjudicar a Barcelona. No obstante, el propio Dastis declaró, un mes más tarde, que el Gobierno alberga «serias esperanzas» en el triunfo de la Ciudad Condal y «trabajara denodadamente» para conseguirlo.