Carles Puigdemont./ Foto: La Razón
The Diplomat. 11/10/2017
Los embajadores españoles están en alerta ante cualquier reconocimiento de Cataluña como Estado independiente tras el anuncio de ayer de Carles Puigdemont, si bien el Gobierno de Mariano Rajoy está convencido que el paso dado por el presidente de la Generalitat no tendrá ningún respaldo internacional.
España tiene en la actualidad relaciones diplomáticas con casi todos los países del mundo que forman parte de la ONU. Los últimos países con los que Madrid estrechó vínculos diplomáticos fueron Bután (2010), Sudán del Sur (2011, tras la partición del país) y Kiribati (2011).
Fuentes diplomáticas indicaron a The Diplomat que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha dado instrucciones en las últimas semanas a los embajadores para que intensifiquen sus contactos oficiales con las autoridades y los medios de comunicación locales, con el fin de que conozcan “de primera mano y sin intermediarios” la posición de España ante el “relato victimista” de los secesionistas.
En líneas generales, los representantes del Gobierno español han hecho hincapié a sus interlocutores en que la independencia de Cataluña no tiene cabida en la Constitución española, que fue aprobada por el 90% de los catalanes en 1978, y que el derecho de autodeterminación sólo asiste en supuestos muy concretos que no se aplican a Cataluña. Los expertos ya advirtieron de que el Derecho Internacional no amparaba el referéndum del 1 de octubre.
En los últimos días ha habido una ofensiva mediática de los embajadores españoles para trasladar el mensaje a la opinión pública de los países en los que están acreditados, en el sentido de que el Gobierno y el Parlamento de Cataluña han vulnerado la Constitución y el Estatuto de autonomía con las leyes de Transitoriedad y Referéndum que se aprobaron a principios de septiembre, así como con la celebración de la consulta del pasado 1-O.