Rajoy en La Moncloa tras la jornada del referéndum ilegal en Cataluña./ Foto: Pool Moncloa/Diego Crespo
The Diplomat. 03/10/2017
Las principales capitales europeas apoyaron ayer al Ejecutivo de Mariano Rajoy en el cumplimiento de la legalidad constitucional en Cataluña, pero al mismo tiempo le pidieron que evite el uso de la fuerza en el futuro.
El presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, le reclamó un esfuerzo para evitar más tensiones. “Acabo de hablar con Mariano Rajoy. Compartiendo sus argumentos constitucionales, he llamado a encontrar vías para evitar más tensiones y el uso de la fuerza”, indicó el propio Tusk en su cuenta oficial de Twitter.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, transmitió al presidente del Gobierno su compromiso con la “unidad constitucional de España” e insistió que él “no tiene más que un solo interlocutor, que es Rajoy». Por su lado, un portavoz del Ministerio francés de Exteriores señaló que Francia “ha tomado nota de las diferentes declaraciones del 1 de octubre, principalmente la propuesta del presidente del Gobierno español de abrir una reflexión común con el conjunto de fuerzas políticas representadas en el Parlamento”.
Mientras, el primer ministro holandés, Mark Rutte, afirmó que el Gobierno español está “en su derecho” de llevar a cabo las acciones en contra del referéndum ilegal de independencia en Cataluña, aunque también añadió que es “necesario el diálogo entre todas las partes”. En su opinión, Rajoy “tiene la ley de su parte”, dijo en referencia al fallo del Tribunal Constitucional español sobre el referéndum. “Al mismo tiempo, las imágenes que hemos visto son muy violentas, por lo que pedimos a todas las partes que intenten iniciar un diálogo”, enfatizó Rutte.
La canciller alemana, Angela Merkel, también conversó con Rajoy y el Gobierno alemán dijo confiar en que la situación se calme con rapidez en Cataluña “sobre la base del estado de derecho y el diálogo y, por supuesto, en el marco de la Constitución española”.
Un portavoz de Merkel hizo hincapié en que Alemania y España son estrechos aliados y aseguró que Berlín sigue “con mucha atención el debate actual en torno al estatus de Cataluña y naturalmente también los acontecimientos de ayer”, en relación al referéndum independentista declarado ilegal por el TC español y los altercados con la Policía.
De forma paralela, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, el socialista Sigmar Gabriel, señaló que las imágenes de ayer “evidencian la necesidad de interrumpir esa espiral de tensiones” y de buscar a través del diálogo una solución política “dentro del estado de derecho y en la Constitución española”.
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El máximo responsable de DDHH de la ONU pide una investigación independiente sobre los actos
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El primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni, llamó al diálogo al Gobierno de España y de Cataluña tras el referéndum ilegal de independencia y apostó por «el respeto total de las leyes, del Estado de Derecho y de la Constitución». Ante políticos y empresarios italianos y españoles, Gentiloni expresó su deseo de que «se evite una espiral de violencia» y de que «se dé una oportunidad a la política capaz de encontrar soluciones».
Los disturbios acaecidos ayer a la puerta de varios colegios llevaron al alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Rrad al Hussein, a mostrarse “muy perturbado por los brotes de violencia y pidió una investigación independiente e imparcial sobre estos actos.
En un comunicado, el máximo responsable de Derechos Humanos de la ONU dijo que las respuestas policiales deben ser “proporcionales”. En este sentido, afirmó que la situación actual “debe resolverse a través del diálogo político, con el total respeto a las libertades democráticas”.
Desde Roma, donde participa en el Foro de diálogo hispano-italiano, el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, manifestó que lamentaba la violencia, lamentamos, pero también «el uso político que se quiere hacer de ella». «Y desde luego -dijo-, vamos a seguir tratando de hacer frente a este desafío al Estado de Derecho y a la convivencia entre los catalanes con todos los medios legales y políticos dentro del orden constitucional.