El embajador durante la rueda de prensa./ Foto: TD
Eduardo González. 15/07/2017
El embajador de Turquía, Ömer Önhon, agradeció ayer la respuesta “satisfactoria e inmediata” del Gobierno español al golpe de Estado del 15 de julio de 2016, del que hoy se cumple un año, y aseguró que las autoridades de Ankara desconocen el paradero de tres miembros de la Embajada (dos diplomáticos y un militar) y de “varios militares turcos de la OTAN” investigados por la intentona.
“El 15 de julio hubo un intento de golpe de Estado por parte de un grupo de militares que, respaldados de civiles y con el apoyo de aviones y tanques, bombardearon el Parlamento turco por primera vez en su historia”, declaró el embajador en el curso de una rueda de prensa en la sede de la Embajada.
Los autores del golpe, prosiguió, fueron “los terroristas de FETO”, la organización liderada por Fethullah Gülen (residente en Estados Unidos), que se han “infiltrado en las instituciones del Estado, sobre todo en los Ministerios de Justicia, Interior, Educación y Defensa”, y han tomado posiciones “en importantes ámbitos de decisión, como la prensa, las academias, las universidades y las asociaciones empresariales”. “FETO es un pulpo que está en todas partes” añadió.
“En Turquía hay democracia y elecciones libres. Podrían haber creado un partido político y presentarse a unas elecciones, pero prefirieron cometer un crimen y tomar el poder mediante un golpe de Estado”, aseveró Önhon.
El embajador rechazó categóricamente las acusaciones contra el Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan de haber aprovechado el intento de golpe de Estado para atacar a toda la oposición.
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El embajador elogia la respuesta “inmediata” de España tras el golpe en contraste con otros países de la UE
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“No es verdad, se está actuando contra las personas sospechosas de estar detrás del golpe de Estado”, aseguró. “Estas personas comparecerán ante los tribunales y pagarán los que lo hayan hecho. Los que no sean culpables serán liberados y reinstalados en su trabajo”, declaró el embajador, quien precisó que, de las 100.000 personas investigadas, 8.000 han sido encarceladas y 40.000 eximidas de su cargos y devueltas a sus puestos.
Las investigaciones, prosiguió, incluyen al personal del servicio exterior turco. “El 23% de los diplomáticos y militares de las Embajadas son sospechosos de estar relacionados con el golpe. A estas personas se les ha dado la orden de regresar a Turquía para investigarlas, y algunas han regresado y otras no”, explicó.
En el caso de España, se ha abierto un proceso contra dos diplomáticos y un militar de la Embajada y contra “algunos militares” destinados en el cuartel general de la OTAN en Bétera (Valencia). A todos ellos (de cuya destitución había informado The Diplomat) “se les ha ordenado que regresen, pero no lo han hecho y no sabemos dónde están”, indicó Ömer Önhon, quien tampoco pudo precisar si han pedido asilo político en España o cualquier otro país.
Respecto a la respuesta internacional al golpe de Estado, el embajador lamentó que los países de la UE no hubieran reaccionado “más rápida y enérgicamente en apoyo de Turquía” y elogió, en contraste, la respuesta “satisfactoria e inmediata” de España, cuyo ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en aquellas fechas, José Manuel García-Margallo, visitó Turquía apenas tres meses más tarde para expresar su “solidaridad”.