The Diplomat. 13/07/2017
El Gobierno español condenó ayer el vertido de frutas llevado a cabo por un grupo de agricultores franceses frente al Consulado General de España en Perpiñán el pasado martes. Este hecho constituye un “acto inaceptable de presión y una amenaza al libre ejercicio de las funciones consulares” de acuerdo con el Convenio de Viena de Relaciones Consulares de 1963, indicó la Oficina de Información Diplomática (OID) en un comunicado.
El Ejecutivo expresó su confianza en que las autoridades francesas identifiquen “con celeridad” a los responsables de dicho acto y tomen las medidas oportunas para evitar que este tipo de actuaciones se repitan en el futuro.
“España ha trasladado oficialmente su protesta a las autoridades francesas instándoles a que adopten todas las medidas oportunas para garantizar el ejercicio de las funciones consulares y el fin de este tipo de protestas del todo inaceptables”, indicó Exteriores.