El subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, Cristóbal González-Aller.
The Diplomat. 13/07/2017
El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, ha decidido nombrar al actual subsecretario, Cristóbal González-Aller, como nuevo embajador representante permanente de España ante Naciones Unidas y otros Organismos Internacionales con sede en Ginebra (Suiza), según supo The Diplomat de fuentes solventes.
González-Aller es uno de los pocos altos cargos del Ministerio que Dastis heredó de su predecesor, José Manuel García-Margallo, que aún siguen en su puesto. Su nuevo destino en Ginebra será aprobado por el Consejo de Ministros en la reunión del 21 o 28 de julio ya que el jefe de la Diplomacia no estará mañana en La Moncloa en la reunión semanal del Ejecutivo.
En el Ministerio se había especulado en los últimos meses con este destino para González-Aller, sobre todo después de que la embajadora española en Ginebra, Ana María Menéndez, fuese nombrada a finales de junio asesora para Asuntos Políticos por parte del secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres.
La salida del cargo de González-Aller se produce después de que el Gobierno haya recuperado el retraso en el nombramiento de unos setenta embajadores, creado por la crisis política vivida en 2016, una operación en la que el subsecretario ha estado involucrado de manera directa.
Durante su estancia en el puesto, se ha registrado también la denuncia por acoso laboral que el diplomático Miguel Ángel Vecino presentó el mes pasado contra González-Aller y su antecesor en el cargo, Rafael Mendívil, tras denegarle desde 2014 un total de 21 puestos en el extranjero a los que podía optar por su escalafón. En Exteriores no hay precedentes de un diplomático en activo que haya ido por la vía penal contra un superior jerárquico por este supuesto delito.
La demanda aún tiene que ser admitida a trámite o desestimada por los juzgados de instrucción de Madrid, una decisión que no se espera hasta septiembre u octubre. Si la denuncia fuera admitida a trámite y González-Aller resultara investigado en una causa penal, se encontraría ya en su puesto en Ginebra, lo que evitaría una incómoda situación para Dastis, quien ante una eventual imputación, tendría muy difícil justificar en un Consejo de Ministros un nombramiento de estas características.