The Diplomat in Spain

Foto: AR

Alberto Furmanski / Embajador de Colombia

Alberto Rubio. 23/06/2017

En octubre hará dos años que llegó a España. “Pero todavía no he cogido el acento”, bromea Alberto Furmanski. El embajador de Colombia no duda al señalar que “mi señora y yo nos sentimos muy a gusto aquí” pero asegura que regresará a su actividad empresarial cuando termine su periodo en España, que califica como “una enorme experiencia y un honor”.

Lamentablemente debemos empezar por el reciente atentado de Bogotá. ¿Qué supone para Colombia en este momento?

Ha sido un episodio triste que ha despertado mucha solidaridad y un gran rechazo a la violencia. No creemos que sea un regreso a las épocas violentas que vivió el país y, menos aún, que pueda poner en peligro el proceso de reconciliación.

¿Quién puede haber sido? ¿Narcos?

No es momento de aventurar opiniones. Sólo la Policía y la Fiscalía pueden dar información. Las FARC y el ELN niegan responsailidad y nadie ha reivindicado este ataque. Pero tengamos paciencia. Confío en que pronto sabremos quiénes fueron los autores.

¿España puede ayudar?

Nuestros respectivos gobiernos siempre se han respaldado incondicionalmente. Estamos infinitamente agradecidos a España por muchas circunstancias. Además de impulsar el Tratado de Libre Comercio con la UE, fue el primer país que aportó dinero al fondo de Europa para el post-conflicto y siempre ha abogado por nosotros en los foros europeos. Todo eso hace que las relaciones fluyan por muchos lados.

Empezando por los propios ciudadanos.

España es hogar para cuatrocientos mil colombianos, de los que doscientos mil tienen ya doble nacionalidad. Además, España acoge a unos 5.000 estudiantes colombianos en carreras superiores, masters o doctorados. Eso crea vínculos que con los años generan amistades.

Y también el deporte nos une.

Por supuesto, ver triunfar a Nairo Quintana en la Vuelta a España el año pasado, con la bandera nacional por las calles de Madrid, o las actuaciones de James en el Real Madrid, nos llenan de orgullo.

Sin embargo, a veces prevalece la imagen negativa del narcotráfico.

Mi país se ha preguntado mucho sobre lo que usted denomina narcotráfico. Hoy día, hay más productos prohibidos sintéticos que derivados de sustancias vegetales. Estados Unidos sufre una verdadera epidemia por el consumo de pastillas. Y de eso no se habla mucho.

¿Qué se puede hacer?

El presidente Santos lo ha dicho en la ONU: el narcotráfico debe tratarse como un problema de salud y no sólo en un ámbito policial. Lo vemos en algunos países donde se suministra el producto a reclusos adictos para mantener la paz en las cárceles.

Pero Colombia se ha quedado con la mala fama. No parece justo, ¿no?

El tratamiento dado al narcotráfico ha sido muy grave para Colombia. Nos llevamos la peor parte: los muertos y los problemas económicos. Contra lo que se piensa, los grandes dineros del narcotráfico nunca llegan a Colombia, se quedan en los países ‘consumidores’.

No trato de eludir la realidad del problema, pero creo que los países receptores deben implicarse más en la lucha contra el narcotráfico.

¿Habla de una estrategia global?

Verá. En mi país hay muchos detenidos por el tráfico de marihuana, mientras en otros se vende legalmente. Además, se habla muy poco de las drogas sintéticas, producidas en los países más desarrollados con laboratorios y elementos sofisticados. Entonces uno se pregunta: ¿cómo es esto?

¿Cómo marchan nuestras relaciones económicas bilaterales?

España es nuestro segundo o tercer mayor inversor extranjero, depende del numero de años que tomemos para ello. Son empresas que se han establecido allí porque confían en nuestra seguridad jurídica y generan puestos de trabajo y exportaciones. Para nosotros esto es vital.

En cuanto al comercio, Colombia exporta a España 2.000 millones de euros e importa 900. Parece que la balanza nos favorece, pero si descontamos petróleo y carbón, nuestras exportaciones se quedan en doscientos millones. Por eso queremos exportar productos que generen más valor añadido.

¿Y el turismo? Colombia tiene un enorme potencial.

Nos interesa muchísimo. Ha crecido mucho el número de turistas colombianos a España y queremos que vengan más turistas españoles a Colombia. Creo que el proceso de paz ayudará y será una de nuestras industrias importantes.

Somos el segundo país más biodiverso del mundo. Y ese es un aspecto que aún no está explotado. Además, tenemos una conectividad como pocos países en América Latina: cinco vuelos diarios entre Madrid y Bogotá y vuelos directos a Medellín y Cali, y también desde Barcelona. Espero que pronto haya vuelos directos a Cartagena de Indias.

Habrá bastantes empresas turísticas españolas interesadas.

Hay muchas que han aprovechado ya una ley que exime de impuestos por 20 años a las inversiones en turismo. No creo que se pueda mantener esta ley por más tiempo, pero ha sido un importante incentivo.

Por otro lado, hay empresas especializadas que quieren desarrollar enclaves turísticos que no cuentan con infraestructuras. España tiene muchísima experiencia en esto y es una de nuestras prioridades.

¿Hay campo para las constructoras españolas?

Tenemos a varias de ellas trabajando. Y está el metro de Bogotá. Creo que está vez el alcalde logrará convocar la licitación y seguro que habrá más de una empresa española participando. Creo que saldrá muy pronto.

En ocasiones también ha habido problemas, como el de Electricaribe.

Lo llamativo del caso fue que Electricaribe, que pertenece en un 83% a Gas Natural, mientras tenía problemas con la distribución de electricidad en el Caribe, estaba haciendo inversiones para la distribución de gas en la misma zona.