«Estos 10 años en la UE representan para Rumanía un período de modernización y desarrollo»

Foto: Embajada de Rumanía

 

Gabriela Dancău / Embajadora de Rumanía

 

Alberto Rubio. 29/05/2017

 

El pasado 1 de enero se cumplieron 10 años del ingreso de Rumanía en la UE. Su embajadora en España, Gabriela Dancau, asegura que esta década ha representado “un periodo de modernización, desarrollo socioeconómico y de mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos”, que le ha llevado a ser uno de los estados de la UE con mayor crecimiento. Pero todavía “queda mucho por hacer”, asegura.

 

El 1 de enero se cumplieron 10 años del ingreso de Rumanía en la UE. ¿Qué ha cambiado en el país desde entonces?

La adhesión de Rumanía a la Unión Europea marcó el pleno retorno a la familia europea, al mundo democrático, así como el estreno de la participación de Rumanía, como Estado miembro de la UE, en el proceso decisorio europeo. Esta década ha representado para Rumanía un periodo de modernización y desarrollo socioeconómico, de mejora de la calidad de vida de los ciudadanos rumanos y de valorización de la integración en el Mercado único europeo. La calidad de miembro de la UE le ha aportado a Rumanía, al igual que a España, destacados beneficios, principalmente relacionados con la libre circulación en el marco del mercado interior, la participación en un entorno económico competitivo y dinámico, la posibilidad de asegurar un desarrollo sostenible a largo plazo, incluso a través de los fondos europeos. Asimismo, ello ha propiciado la captación de inversiones extranjeras y una mejora de la productividad, lo cual ha llevado a un aumento de la exportación y a la creación de empleo. A lo largo de este periodo, a pesar de la crisis económica y financiera, el crecimiento económico se ha mantenido a un nivel alto, de tal manera que en 2016, Rumanía lideró el ranking de los Estados miembros de la UE según este indicador y las estimaciones para 2017 son alentadoras. Las oportunidades creadas por la pertenencia a la UE se pueden aprovechar incluso más y Rumanía tiene la voluntad y la capacidad necesarias para ello.

A 10 años desde la adhesión a la Unión Europea, Rumanía tiene un perfil pro-europeo consolidado, de socio fiable, comprometido en apoyar el proyecto europeo y sus valores fundamentales. Estas son las coordinadas que seguirán guiando nuestra acción en el escenario europeo, sea respecto a la reflexión sobre el futuro del proyecto europeo y al proceso de negociación en el contexto del Brexit, sea desde la perspectiva de la preparación para el ejercicio, por primera vez, de la Presidencia del Consejo de la Unión Europea en el primer semestre del año 2019.

 

Muchos dijeron entonces Rumanía y Bulgaria no estaban preparadas para ingresar en la UE. ¿Cree que el proceso de integración en la UE fue excesivamente rápido?

Rumanía y Bulgaria se incorporaron a la UE el 1 de enero de 2007, al cabo de un proceso de preparación que se había extendido a lo largo de 12 años. En el caso de Rumanía, la solicitud formal se presentó en junio de 1995 y las negociaciones de adhesión se iniciaron en febrero de 2000 y concluyeron en diciembre de 2004, cuando se confirmó la fecha de adhesión. Todo este proceso supuso un amplio esfuerzo de modernización y armonización con los estándares de la UE en el ámbito social, administrativo y legislativo. El esfuerzo fue asumido unánimemente por la sociedad rumana y sus efectos positivos se hacen sentir a nivel de la vida de cada ciudadano. Rumanía había ido cumpliendo uno a uno los criterios necesarios, por lo tanto la adhesión a la Unión Europea fue un paso normal.

Por otra parte, si nos referimos a la integración, esta es un proceso continuo y Rumanía ha demostrado una y otra vez que desea y está preparada para una integración europea más profunda. Una de las pruebas es el exitoso cumplimiento con todos los criterios necesarios para la adhesión al Espacio Schengen, a saber los criterios técnicos. Rumanía sigue entre los más activos promotores de la continuación y la consolidación del proceso de integración europea, que continúa siendo un objetivo estratégico para mi país.

 

En 2007 el PIB de Rumanía creció un 6,9%. Incluso en 2008 creció un 8,5%. Pero en 2009, con la crisis, bajó un 7%. Desde entonces, no han logrado recuperar esas tasas de crecimiento (. ¿Por ello, hubiera sido menos traumático esperar hasta que la economía rumana mejorase? ¿No le ha perjudicado entrar en un club donde hay un gran desequilibrio entre los países más ricos y los más pobres?

Desde la adhesión de Rumanía a la UE (en 2007), el PIB del país estuvo en números rojos solo en los años 2009-2010, como impacto de la crisis económica mundial. En los últimos 6 años, la economía rumana ha ido creciendo anualmente con tasas entre el 1% y el 4,8%, situándose entre las primeras 3 economías de la UE de más rápido crecimiento económico en el periodo 2014-2016. La adhesión de Rumanía a la UE no perjudicó la economía de Rumanía, sino que contribuyó a su relanzamiento. De esta forma, Rumanía se ha beneficiado del mercado interior común, de intercambios comerciales libres sin barreras arancelarias o no arancelarias. Además, la adhesión a la UE ha abierto para Rumanía el acceso a los mercados extracomunitarios, el país beneficiándose de tarifas reducidas y de acceso a otros mercados, a través de los acuerdos negociados por la UE en el marco de la política comercial común. Por consiguiente, en el año 2007, el monto de las exportaciones extracomunitarias de Rumanía aumentó desde 8.200 millones de euros en 2007 a 14.300 millones de euros en 2015. No en último lugar, los fondos europeos sumando aproximadamente 40.000 millones de euros a los que Rumanía ha tenido acceso después de la adhesión (fondos estructurales, fondos para desarrollo rural, pagos directos para la agricultura) han tenido una destacada contribución al desarrollo de la infraestructura de transportes, al aumento de la competitividad de las empresas rumanas, al desarrollo rural y a la reducción de los desequilibrios regionales internos. Todos estos factores han dejado una huella positiva en el desarrollo de Rumanía y, si nos referimos exclusivamente a la economía del país, el impacto ha sido significativo: el PIB aumentó en un 80% desde la incorporación de Rumanía a la UE, mientras que el crecimiento de la economía de la UE en general ha sido del 14% en el mismo periodo.

 

¿Hacia dónde se encamina la evolución de la economía rumana? ¿Qué planes tiene el Gobierno?

Rumanía atravesó un periodo difícil durante la crisis económica mundial de 2008-2009. A continuación, hubo años de consolidación y austeridad presupuestaria, el aumento del nivel de las tasas indirectas y reformas que dejaron su marca a nivel social, la reducción significativa del PIB y la devaluación de la moneda nacional. Sin embargo, a partir de 2011, el marco económico se ha estabilizado y, en la actualidad, Rumanía cuenta con tasas anuales de crecimiento económico de más de 4%, un déficit público inferior a 3%, la deuda pública por debajo del 40% del PIB y una tasa de desempleo de 6%. El crecimiento económico se hace sentir no solo al estudiar los indicadores económicos, sino también en el ritmo de creación de nuevo empleo y en el desarrollo de las oportunidades para invertir. Por otra parte, se mantiene el reto de transformar el crecimiento económico en desarrollo auténtico, que se observe en la reducción de las disparidades entre las regiones, entre la zona urbana y la zona rural y entre las distintas categorías sociales.

El programa de gobierno prevé medidas de relajación fiscal, impulsar los proyectos de desarrollo financiados por los fondos europeos, la creación de un fondo soberano para desarrollo e inversión, la simplificación de los procedimientos administrativos y la digitalización de la relación entre el Estado y el entorno empresarial, programas de apoyo para las empresas emergentes e instrumentos de ayuda a la inversión.

Se tienen en cuenta programas para que el desarrollo del potencial del capital autóctono se realice al mismo tiempo que el aprovechamiento de las inversiones extranjeras que necesitamos en Rumanía, tanto en las ramas de la industria productora, como en la infraestructura, medio ambiente o energía. La meta es que el desarrollo industrial se fundamente en centros de investigación, innovación, proveedores locales y empresas emergentes innovadoras.

 

¿La relación económica con España es satisfactoria? El comercio (export-import) está relativamente equilibrado aunque es favorable a España, y las inversiones españolas parecen un tanto estancadas en los últimos años (datos del MAEC).

Las relaciones económicas entre Rumanía y España conocen una tendencia al alza. Los intercambios comerciales bilaterales superaron los 3.500 millones de euros en 2016, un aumento del 11% comparado con el año anterior. Hace tan solo 10 años, el volumen de inversiones no llegaba a unos 1.400 millones de euros. No obstante, más importante que el valor de los intercambios es el contenido de los mismos – más de 70% del valor de los intercambios comerciales son bienes de alto valor añadido: vehículos y componentes/accesorios para los mismos, maquinaria/aparatos/equipamientos eléctricos, productos de la industria química, productos alimenticios, bienes de la industria textil. Además, numerosas empresas españolas mantienen relaciones de cooperación en producción con socios rumanos, en sectores de los más diversos: mobiliario, textil, transformación mecánica, electrónica. En el año 2016, hubo 16 misiones comerciales bilaterales, organizadas por cámaras de comercio y asociaciones rumanas y españolas pertenecientes a diversos sectores.

De forma similar, el interés de los inversores españoles por el mercado rumano ha ido aumentando en los últimos años, España subiendo al octavo puesto en el ranking de los países de origen del capital extranjero invertido en Rumanía, a finales de año pasado. Como tal, el 31 de diciembre de 2016 las inversiones españolas en Rumanía sumaban 1.750 millones de euros (4,2% del total del capital extranjero invertido en Rumanía), comparado con 451 millones de euros hacía 10 años. Las principales inversiones españolas directas en Rumanía se destinan al sector de la energía (32%), construcciones (26%), la industria transformadora (15%), servicios financieros (8%) y servicios inmobiliarios (8%). Rumanía se ha desarrollado en los últimos años y ha alcanzado un nivel de productividad que permite a los inversores españoles ver más allá de la mano de obra barata, hacia la mano de obra cualificada.

 

¿Qué sectores de la economía rumana pueden ser más interesantes para las empresas españolas?

Rumanía es un país atractivo para las empresas españolas debido a su marco macroeconómico estable, al sistema fiscal basado en un impuesto del 16% sobre la renta, a la disponibilidad de la mano de obra cualificada, especialmente en los sectores técnicos, al coste asequible de esta mano de obra, a las facilidades y al sistema de ayudas concedidas por el Estado y, no en último lugar, a la calidad de vida.

Los inversores españoles tienen ya presencia con destacadas inversiones en dos de los más dinámicos sectores de la economía rumana: el sector energético y la industria transformadora. En cuanto al sector energético, hay que señalar que Rumanía cuenta con un conjunto equilibrado de recursos energéticos: fuentes de energía renovables (energía hidráulica, solar, eólica, de biomasa y geotermal), así como importantes recursos energéticos de los tradicionales (carbón, gas, petróleo). Somos el primer productor de gas natural y de petróleo de la Europa Central y del Este, así como el tercer Estado miembro de la UE por las reservas de crudo. Las inversiones españolas en este sector se concentran principalmente en la producción de energía de fuentes renovables (solar y eólica), así como en actividades de exploración petrolera. EDP, Iberdrola, Repsol, Ingeteam, Jorge Group son solo algunas de las empresas españolas con inversiones significativas en el mercado rumano de la energía.

La industria transformadora es el principal motor del crecimiento económico de Rumanía. Particularmente la industria de automoción es uno de los más eficientes sectores de la economía rumana, con un promedio anual de crecimiento del 18% desde 2009. Rumanía es el 4º productor de vehículos de la Europa Central y del Este (aprox. 400.000 vehículos/año), las estimaciones de la cifra de negocios del sector siendo de 20.000 millones de euros en 2020, de los cuales el 70% se refiere al subsector de componentes, subunidades y accesorios para vehículos. Alrededor de los 2 productores de automóviles de Rumanía – Renault y Ford – se ha desarrollado una impresionante red de más de 700 OEM de subsectores como la producción de neumáticos, cables y conductores, componentes de plástico, equipos de transmisión, equipos electrónicos y de mecatrónica, componentes ópticos, acumuladores, componentes de metal y aluminio etc. Empresas españolas como Bamesa, Indcar, Cikautxo, Grupo Industrial Roquet, Grupo Antolin, CIE Matricon han invertido en instalaciones de producción en Rumanía en los últimos 10 años.

Al mismo tiempo, Rumanía ofrece excelentes oportunidades para la inversión en otros sectores donde las empresas españolas cuentan con singular experiencia como la agricultura, las TIC y las industrias creativas.

En cuanto a la agricultura, Rumanía es el 5º país europeo por el tamaño de la superficie cultivable (9,4 millones de hectáreas). El terreno cultivable se presta para numerosos tipos de cultivos, Rumanía siendo un importante productor de cereales, legumbres, vino y frutas. En los últimos años, Rumanía se ha situado en el ranking de los primeros 5 países europeos productores de maíz, girasol y trigo. Hablando de producción agrícola, Rumanía se destaca también en productos lácteos. No en último lugar, el sector rumano de los productos agroalimenticios es el segundo más grande de la Europa Central y del Este.

He dejado para el final el sector de las TIC y las industrias creativas ya que, desde mi punto de vista, constituye el ámbito con las mejores estimaciones de crecimiento acelerado en los próximos años. Ello se debe al alto número de especialistas cualificados pero, en igual medida, al interés de las nuevas generaciones en este ámbito. Cada año, más de 7.000 nuevos graduados de especializaciones de las TIC se juntan a los 95.000 especialistas ya existentes en este sector. El número de ingenieros per cápita es más elevado en Rumanía que en los EE.UU., India, China o Rusia. Rumanía aparece en el ranking mundial de los primeros 10 países por el número de especialistas en TI acreditados, el 90% de los mismos siendo hablantes de inglés. Aproximadamente mitad del número de especialistas en el ámbito de la TI son desarrolladores de software (utilizando un variado abanico de lenguajes de programación – PHP, .NET C#, Java, C/C++ etc.), el 21% son personal técnico de soporte y el 16% son técnicos especializados en realización de pruebas o en el control de la calidad.

 

¿Se prevé la firma de algún acuerdo o tratado bilateral en el ámbito económico, político o cultural?

En el contexto del Partenariado estratégico existente entre Rumanía y España, nos proponemos profundizar y ampliar el carácter privilegiado de las relaciones intergubernamentales rumano-españolas mediante el apoyo al desarrollo de la colaboración bilateral en todos los ámbitos de mutuo interés.

Por ejemplo, en el ámbito económico, a partir del año 2014, ha habido negociaciones con el fin de actualizar el Convenio para evitar la doble imposición entre Rumanía y España, firmado y aplicado a partir de 1979. Las negociaciones para el nuevo texto concluyeron en el año 2016 y la nueva versión del Convenio se firmará y ratificará a la mayor brevedad posible.

En el ámbito de la cultura y la educación, es nuestra intención reanudar las negociaciones bilaterales para dar comienzo a un nuevo Programa de cooperación en los ámbitos cultural y educativo entre el Gobierno de Rumanía y el Gobierno del Reino de España, adaptado a las condiciones y a las realidades actuales, que sustituya al anterior programa acordado para el periodo 2005-2008 que sigue vigente hasta la conclusión de un nuevo instrumento jurídico en el ámbito. Concretamente, quisiéramos, por una parte, renovar la Declaración común del Ministerio de Educación Nacional de Rumanía y del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España acerca del apoyo al Programa de Lengua, Cultura y Civilización Rumana, programa que lleva 10 años desarrollándose exitosamente en los centros educativos públicos de España (en este año escolar, el curso es impartido a 7.200 alumnos por 67 profesores en 328 escuelas) y, por otra parte, continuar las negociaciones para la apertura de un nuevo Lectorado de lengua, cultura y civilización rumana en la Universidad Alcalá de Henares (en la actualidad, existen 4 lectorados de lengua rumana en las Universidades de Granada, Sevilla, Salamanca y la Universidad Autónoma de Barcelona).

 

¿Y alguna visita oficial tanto española a Rumanía como rumana a España?

Recientemente tuvimos dos visitas a España del Ministro rumano del Turismo, el Sr. Mircea-Titus Dobre, con dimensiones bilaterales y multilaterales, y la visita de la Sra. Ana Birchall, Ministra Delegada para Asuntos Europeos. Estamos preparando para el próximo periodo otras visitas a nivel ministerial y de Secretario de Estado. Asimismo, próximamente intentamos producir un mayor acercamiento en la línea de la diplomacia parlamentaria. A lo largo de este año estimamos la organización de más visitas de altos cargos rumanos a España y españoles a Rumanía. Todas estas reuniones llevarán a la celebración de la primera cumbre intergubernamental que deseo que sea sumamente provechosa.

 

La comunidad rumana en España es la más numerosa, con cerca de un millón de personas. Es la segunda más numerosa de rumanos en el exterior (Italia es la primera). ¿Qué características tienen estos emigrantes? ¿Cuáles son sus principales problemas?

De conformidad con los datos del Observatorio Permanente de la Migración (OPM), que registra a los extranjeros con permiso de residencia y certificado de registro de ciudadano de la Unión, a fecha del 30 de junio de 2016 (los más recientes datos publicados hasta el momento), en España residían 993.909 ciudadanos rumanos, conformando la más numerosa comunidad de extranjeros, seguida por la marroquí y la británica. Los residentes rumanos representan una quinta parte de los extranjeros y un tercio del total de extranjeros comunitarios de España. Ello explica la existencia en España de 3 consulados generales y de 4 consulados, además de la Sección Consular de la Embajada en Madrid.

La población rumana es joven; un 90% del total de rumanos registrados en España tiene edades entre 16 y 64 años (por lo tanto edad activa en el mercado laboral), la edad media siendo de 33-35 años.

En España se puede hablar de la existencia de una comunidad rumana consolidada, que desea preservar su lengua y su identidad, que ha creado decenas de asociaciones e iglesias en todo el territorio español, desde las Islas Canarias y hasta Bilbao, y desde Santiago de Compostela hasta las Islas Baleares, que inscribe a sus hijos en los cursos de lengua y cultura rumana que el Estado rumano pone a su disposición en España.

Al mismo tiempo, hablamos de una comunidad muy integrada en la sociedad española. Las afinidades latinas entre los dos pueblos han propiciado la facilidad y la rapidez del aprendizaje de la lengua española por los rumanos de España; asimismo, los rumanos se adaptan a la cultura y a la mentalidad española y, en general, los españoles tienen una actitud positiva hacia los rumanos.

De mi propia experiencia, también diría que las numerosas semejanzas entre la gastronomía de ambos países y la atención que ambos pueblos conceden a costumbres como comer con la familia y los amigos ayudan a los españoles tener una relación tan buena con sus vecinos, los rumanos.

En el marcado laboral, el estatuto de ciudadanos europeos les favorece a los rumanos, sobre todo ante la presión cada vez mayor por parte de los trabajadores procedentes de América Latina y de África.

La excelente cooperación con las autoridades españolas y la gestión exitosa, en pro del mutuo beneficio de ambas partes, de uno de los más significativos flujos de trabajadores móviles en el interior de la UE constituye un ejemplo de éxito en la UE y derriba los falsos temas relacionados con la libre circulación de los trabajadores que alimentan las agendas de los euroescépticos y de los antieuropeos.

Sin embargo, permanecen los problemas relacionados con los ciudadanos rumanos que vienen a España reclutados por distintas redes, que de hecho no son agencias de empleo verdaderas. Los trabajadores reclutados de esta manera no cuentan con contratos registrados ante las autoridades rumanas, por lo tanto se exponen a un mayor riesgo de explotación y es más difícil de darles protección.

Con tal de reducir el número de situaciones de este tipo, tanto en Rumanía, como en España, se están llevando a cabo intensas campañas de información y de sensibilización de la población acerca de cómo evitar el riesgo de explotación y los modos en que las víctimas pueden acudir a las autoridades para solicitar apoyo.

La Embajada y los Consulados de Rumanía en España, así como el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rumanía en general, llevan a cabo una labor sin tregua también en los nuevos medios de comunicación para ofrecerles el mejor acceso posible a la información a los ciudadanos rumanos. Por ejemplo, un ciudadano rumano que entra en un país extranjero recibe automáticamente un SMS con los datos de contacto de la Embajada o del Consulado rumano del respectivo país; existen aplicaciones para teléfonos con consejos de viaje y trabajo seguro en el extranjero y la Embajada y los Consulados de Rumanía en España cuentan con decenas de miles de seguidores en las páginas de Facebook y el canal de YouTube.

 

A pesar de que en España el paro es todavía del 19% y en Rumanía está por debajo del 8%, no parece que quienes están aquí piensen en volver a Rumanía. De hecho se intentó animar al regreso de los emigrantes en 2008 porque se calculaba un déficit de medio millón de trabajadores (técnicamente había pleno empleo). ¿Por qué no se animaron a regresar esos trabajadores?

Los ciudadanos rumanos están muy bien integrados en la sociedad española. Viven en los mismos barrios, trabajan en las mismas empresas, compran principalmente de las mismas tiendas y, muy importante, llevan a sus hijos a las mismas escuelas. Son personas que tienen empleo, vivienda e hijos atendiendo escuela – toda una vida aquí, en España. Un estudio acerca de los rumanos residentes en la Comunidad de Madrid ha mostrado que están divididos casi en partes iguales entre los que se plantean volver a Rumanía y los que consideran que su vida siempre será en España. La gran mayoría de los ciudadanos rumanos en España mantienen fuertes lazos con las familias del país, crían a sus hijos en los las costumbres rumanas y preservan vivas nuestras tradiciones.

Dado que el crecimiento económico del que se beneficia Rumanía, la opción del retorno al país se vuelve cada vez más atractiva y Rumanía solo puede salir ganando de la vuelta a casa de estos ciudadanos quienes, al haberse construido una vida en un país extranjero, han demostrado lo trabajadores y emprendedores que son.

 

 

Alberto Rubio

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