El presidente venezolano, Nicolás Maduro.
The Diplomat. 13/05/2017
España quiere que la Unión Europea amplíe sus exigencias al régimen de Nicolás Maduro, tras considerar fracasado el intento negociador en Venezuela en el que participaba José Luis Rodríguez Zapatero, que había respaldado en julio de 2016.
El Ejecutivo español ha preparado un borrador de conclusiones que pretende sea aprobado en el Consejo de Asuntos Exteriores que se reunirá el lunes próximo en Bruselas. En el texto se toma nota de que la citada negociación no ha dado los frutos esperados, por lo que propone modificar la posición mantenida a lo largo de los últimos diez meses.
La propuesta española, que se espera sea aprobada por los Veintiocho, sin grandes modificaciones, reclama, según fuentes diplomáticas, la apertura de una investigación de las muertes de 40 personas en las manifestaciones de las últimas semanas, la liberación de los presos políticos, la separación de poderes, el respeto al Estado de Derecho y el cumplimiento de un calendario electoral, para respetar así la voluntad de los venezolanos.
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Propondrá el lunes una nueva posición, tras considerar fracasado el proceso mediador de Zapatero
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Aunque España considera que el proceso negociador no puede seguir adelante después de que Maduro haya convocado una Asamblea Constituyente, propone a sus socios europeos que se inste al Gobierno venezolano y a la Asamblea Nacional -controlada por las fuerzas opositoras- a mantener un diálogo que permita encontrar una salida pacífica la crisis política, económica y social que vive el país.
Las autoridades españolas se muestran muy preocupadas por la situación en Venezuela y ya la pasada semana, en una reunión en Madrid, el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, avanzó a la secretaria general adjunta del Servicio Europeo de Acción Exterior, Helga Schmid, la presentación de su iniciativa.
Por otra parte, ayer el ministro portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, rechazó ayer que el embajador venezolano en Madrid, Mario Isea, se hubiera visto “secuestrado”, como afirmaba el representante diplomático, porque un centenar de personas se manifestaba frente al Centro Cultural de Venezuela en Madrid. «La Policía garantizó su salida segura, si ese hubiera sido su deseo», remarcó.
