Dastis y Bonet antes de comenzar el acto./Foto: Nueva Economía Fórum
Eduardo González. 09/05/2017
“Existe un consenso básico en todo el arco parlamentario en que el Instituto Cervantes es una cuestión de Estado no sometida a los vaivenes políticos”. Así de satisfecho se mostró ayer el director del Instituto Cervantes, Juan Manuel Bonet, durante su intervención en el Foro de la Nueva Comunicación, organizado por Nueva Economía Fórum en el Casino Gran Círculo de Madrid.
Durante su conferencia, que fue presentada por el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, Bonet anunció que el Instituto Cervantes “presentará en otoño un plan de choque cultural” (al que ya hizo una breve alusión en su reciente comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados) que se desarrollará tanto en la sede central de Madrid como en las sedes que tiene la institución en el extranjero.
Este plan de choque, una expresión con la que se pretende “visualizar la necesidad de alcanzar más excelencia”, se desarrollará mediante “una mucha mayor colaboración con las instituciones públicas y privadas, los grandes museos, las grandes fundaciones, la industria cultural, las sociedades de gestión, las instituciones que impulsan nuestra gastronomía, nuestra moda y nuestro diseño”.
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El director del Cervantes anuncia que en otoño presentará su «plan de choque cultural»
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Asimismo, el director de la institución salió al paso de la “leyenda negra” que se ha difundido sobre las supuestas malas relaciones entre el Cervantes y los embajadores de España destinados en los países donde el Instituto tiene sus sedes.
«Las relaciones con las embajadas son excelentes y hay poquísimos puntos de discrepancia», aseveró “No tenemos ningún problema en informar, a la vez, al jefe de la misión diplomática y a la sede del Instituto en Madrid”, prosiguió. «Cuando fui elegido director de la sede en París, el embajador fue la primera persona a la que me dirigí», recordó.
Según Bonet, el Cervantes se siente “cómodo” con su adscripción a Exteriores y no le supone tampoco ningún problema “tener que informar al ministro y al secretario de Estado de Cooperación Internacional, que es el presidente del Consejo de Administración”.
«Nuestra situación actual no nos plantea ningún problema, nos sentimos cómodos», insistió, en referencia a su deseo, recientemente anunciado por él mismo, de introducir en el Cervantes un “estatuto de autonomía” similar al que tienen los grandes museos españoles como El Prado o el Reina Sofía.
Por otra parte, y en una velada alusión a los problemas laborales que tiene el Instituto con sus trabajadores en Brasil, Bonet aseguró que, “estén o no de acuerdo con tal o cual aspecto de sus condiciones de trabajo o sus sueldos, todos los trabajadores están orgullosos de trabajar en el Instituto Cervantes».