The Diplomat. 08/05/2017
Desde finales de marzo circula por algunos despachos del Ministerio de Asuntos Exteriores una carta enviada por un diplomático en activo a la Junta de la Carrera, en la que se queja de un supuesto acoso laboral que está sufriendo desde hace tres años por parte del subsecretario del Departamento, Cristóbal González-Aller.
El autor del escrito es Miguel Ángel Vecino, quien trabaja en la Oficina de Análisis de la Secretaría de Estado para Asuntos Exteriores y que ha confirmado a The Diplomat la autenticidad del mismo. Este diplomático se queja de que por tercer año consecutivo se le deniegan todos los puestos solicitados en el último reparto de destinos en el exterior –el llamado bombo dentro de la jerga diplomática- y que tanto en esta convocatoria como en las anteriores, nunca se le ha especificado las razones por las que se le veta, “incluso aquellos que me llegarían por antigüedad”.
Vecino considera en la misiva que “detrás de estas sanciones encubiertas” hay una “interpretación torticera de la ley cuando conviene, condenando a no salir de Madrid a quien desagrade a la Superioridad”. Asimismo, hace “corresponsable” a la Junta de la Carrera al votar “sistemáticamente” a favor de la supuesta sanción. “Si hubiera hecho algo reprobable, se me debería haber incoado expediente y no se ha hecho; si he hecho algo delictivo, no se me ha comunicado”, alega.
“Los que llevamos años en esta Carrera sabemos la triste realidad de lo que ocurre a diario en muchas Embajadas y Consulados: acoso al personal, utilización privada de los chóferes oficiales para pasear a familiares y amigos, pagando la gasolina y el tiempo del chófer con el dinero de los contribuyentes españoles, cargar a gastos de representación cenas o almuerzos inexistentes para quedarse con el dinero, pasar facturas de las Fiesta Nacional por todo lo alto, cuando en realidad no hay más aperitivo que unas tortillas y pocos cacahuetes”, expone el diplomático.
Vecino advierte que “nunca ha cometido irregularidades”, sino que las ha denunciado y apunta a González-Aller como responsable del daño a su reputación al denegarle los puestos de forma sistemática. “Exijo que se ponga inmediatamente fin al acoso laboral que estoy sufriendo desde hace tres años por parte del señor subsecretario”, concluye la carta.
[hr style=»single»]
El diplomático dice que se le sanciona sin puestos en el exterior «por denunciar la corrupción en el Ministerio»
[hr style=»single»]
El diplomático añade a The Diplomat que ha solicitado entrevistas por este motivo con el jefe de Gabinete del ministro Alfonso Dastis, el citado subsecretario y el director general del Servicio Exterior en las últimas semanas, y que ninguno ha querido recibirle. En su opinión se le sanciona “por haber denunciado la corrupción en el Ministerio”.
“Es una vergüenza que en esta gravísima crisis económica y de empleo, con millones de españoles pasando hambre, este Ministerio despilfarre millones de euros y mantenga a profesionales apartados sin hacer nada», subraya Vecino, cuyo abogado está preparando una querella por este motivo, aunque afirma que lo importante no es esta acción judicial, sino que “gracias a ella se conocerá esta institución medieval que es Exteriores, que funciona sobre el miedo y el vasallaje, como una reliquia incrustada en la Administración española”.
“El subsecretario ha iniciado un camino que, sea cual sea el resultado, perjudicará enormemente a la imagen de este Ministerio, de España y de no pocos funcionarios. Yo siempre he estado abierto a llegar a un acuerdo y él ni me ha querido recibir. Sobre él recaerá toda la responsabilidad”, dice refiriéndose a González-Aller.
Una portavoz de la OID señaló a The Diplomat que en el caso de Vecino se ha seguido «escrupulosamente» el procedimiento que prevé el reglamento que lo regula: «La Junta siempre ha considerado las peticiones de Miguel Angel Vecino, pero al tratarse de puestos de libre designación que llevan implícitos la confianza profesional para el desempeño de los mismos, en todos los casos y mediante las oportunas votaciones individuales de los representantes de todas las categorías del escalafón y de los miembros con derecho a voto, siempre ha propuesto por una gran mayoría de los mismos a otros candidatos más idóneos».
Por ello, desde la OID se niega la existencia de una «sanción encubierta» contra este diplomático, «y menos personal del subsecretario», y se afirma que se trata de una propuesta que la Junta, «mayoritariamente y en todos los casos colegiadamente, ha elevado al ministro, como le corresponde de acuerdo con el Reglamento de la Carrera».