La resolución de la Eurocámara fue aprobada por 516 votos a favor, 133 en contra y 50 abstenciones.
The Diplomat. 06/04/2017
El Pleno del Parlamento Europeo rechazó ayer las enmiendas de tres eurodiputados británicos que trataban de incluir una referencia a Gibraltar en su posicionamiento sobre las negociaciones para la salida del Reino Unido de la UE.
La resolución de la Eurocámara supone un nuevo revés para el Reino Unido, después de que se conociera el borrador de directrices del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que da la última palabra a España en la futura relación del Peñón con la Unión Europea.
Las enmiendas habían sido presentadas por un parlamentario laborista, otro conservador y un tercero euroescéptico y contaban con el apoyo de algunos nacionalistas catalanes y vascos, pero con la oposición del resto de los europarlamentarios españoles.
[hr style=»single»]
La Eurocámara votó en contra de las enmiendas de tres parlamentarios británicos
[hr style=»single»]
El líder del Partido para la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, advirtió que «Gibraltar va a romper el acuerdo» entre la UE y su país, por el veto que España utilizará si se incluye el Peñón en el acuerdo en vez de tratarse de forma bilateral entre Londres y Madrid. Además, consideró “una hipocresía» que los Veintisiete digan que irán a una en las negociaciones y no se admitirán acuerdos bilaterales de los Estados miembros con Londres «pero se incluya una cláusula que dice que España tiene derecho de veto si no están de acuerdo con la solución para Gibraltar».
Apoyando las las intervenciones de los portavoces socialista y popular españoles -Ramón Jauregui y Esteban González Pons-, el líder del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, afirmó que «los españoles no estarán solos con respecto a Gibraltar frente a Londres. Los intereses de los españoles son los de todos los europeos».
En la resolución de la Eurocámara aprobada por 516 votos a favor, 133 en contra y 50 abstenciones, se establece que el acuerdo del Brexit» deberá entre otras prioridades, aclarar el estatuto legal de los británicos que viven en la UE y viceversa, así como provisiones sobre sus derechos fundamentales tras la salida de Reino Unido.
Sobre este punto, el negociador de la UE para el Brexit, Michel Barnier, insistió en que en los próximos dos años de negociaciones debe haber «reciprocidad» y «no discriminación» en el respeto a los derechos de los comunitarios que viven y trabajan en la UE y viceversa, reivindicaciones que recoge el texto.