Pearl y Pérez-Hernández./ Foto: TD
Eduardo González. 02/04/2017
El negociador plenipotenciario en los Acuerdos de Paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, Frank Joseph Pearl González, advirtió en Madrid de que el final del conflicto ha puesto en evidencia los problemas que quedan por resolver en Colombia, como la introducción de un “capitalismo consciente”, las reformas sociales en el campo y la puesta en marcha de una “democracia que funcione”.
“Es importante en cualquier sistema democrático que haya diferencias de opinión y que se puedan expresar, e incluso sería grave y peligroso que todos los colombianos unánimemente se hubieran volcado en favor de los acuerdos de paz, pero lo que estamos viviendo son divisiones profundas que no son constructivas”, declaró Pearl en el curso de la Tribuna EFE-Casa de América, que fue presentada por el flamante director general para Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores. Antonio Pérez-Hernández.
“Tanto los que votaron sí como los que votaron no” en el referéndum sobre los Acuerdos de Paz “son colombianos que, en el fondo, quieren lo mismo: una democracia que funcione, libertad y un capitalismo consciente de la necesidad de generar equidad, pero esos colombianos que quieren lo mismo están profundamente divididos por el acuerdo de paz”, prosiguió.
“Son debates personalizados, en los que se ve al discrepante como enemigo y se descalifica y deslegitima a quien tiene opiniones diferentes”, lamentó. “Estamos cayendo en una trampa que nos impide ver el largo plazo y nos distrae de los problemas subyacentes del conflicto”, agregó.
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El negociador con las FARC espera que los colombianos “dejen de usar la violencia para resolver diferencias”
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El final del conflicto, según Pearl, al mismo tiempo que puede contribuir a que “dejemos de matarnos”, también “pone en evidencia problemas que no hemos resuelto”, como la puesta en marcha de una reforma agraria que ponga fin a la precariedad laboral, la “recuperación de la legitimidad de lo público”, el desarrollo de “un sistema de justicia que nos represente” y, aprovechando la paz, “la modernización de la economía y la revisión de los sistemas de redistribución de ingresos”.
Aparte, “la democracia debe tener unas reglas del juego entre los partidos que gobiernan y los partidos de la oposición” y, por ello, advirtió, “los Acuerdos de Paz deberían servir para introducir la responsabilidad, las garantías jurídicas y políticas, a fin de que los colombianos dejemos realmente de utilizar la violencia para resolver nuestras diferencias”.
Asimismo, añadió, los acuerdos deberían situar a “las víctimas en el centro”, ya que es necesario “que se sepa qué pasó y por qué pasó de forma integral, para que no repitamos los errores”.