La comunidad judía de Sosúa labrando la tierra.
Alberto Rubio. 12/02/2017
Es un hecho poco conocido de la II Guerra Mundial, pero también la República Dominicana acogió a cientos de judíos que huían de la persecución nazi entre 1939 y 1942.
La embajada dominicana organizó el pasado 31 de enero en Madrid, en colaboración con el Centro Sefarad-Israel, un acto en conmemoración del Holocausto y de la acogida de cientos de judíos en la isla, aprovechando la presentación del documental “Sosúa: Refugio Inesperado”.
El filme relata este capitulo de la historia de los judíos asentados en el país caribeño, a raíz de cuya llegada se desarrolló la comunidad de Sosúa.
El abogado judío y experto en derechos humanos Emilio Ramos explicó los aspectos históricos de aquella decisión del entonces presidente, Rafael Leónidas Trujillo, de abrir las puertas a miles de personas del Viejo Continente.
Ramos explicó cómo, frente a las restricciones de muchos países de acoger a judíos, en la conferencia de Evian (1938) la República Dominicana se ofreció a recibir a 100.000 refugiados, aunque sólo unos 750 pudieron llegar a la isla debido a las múltiples restricciones que encontraron en su camino.
la República Dominicana otorgó más de 5.000 visados a judíos entre 1939 y 1942, lo que sin duda facilitó que muchos de ellos alcanzasen otros destinos.
A los judíos que se quedaron en Sosúa se les cedió tierra y recursos para cultivarla, gracias a la ayuda prestada desde EEUU por el Dominican Republic Settlement Association.
Aquellos refugiados instalaron fábricas, construyeron escuelas y hospitales, y comenzaron una nueva vida de la que todavía hoy quedan evidencias, setenta años después.