La influencia de Flynn se dejó notar en la conversación telefónica que mantuvieron Rajoy y Trump.
The Diplomat. 15/02/2017
El Gobierno español ha perdido su principal apoyo en la Administración Trump, después de que el lunes se produjera la dimisión del Consejero Nacional de Seguridad, el general Michael Flynn, acusado de haber mantenido conversaciones con el embajador ruso en Estados Unidos cuando el anterior presidente, Barack Obama, estaba aún en la Casa Blanca.
Las autoridades españolas, según le cuentan a The Diplomat, tenían una especial relación con Flynn, a quien conocía desde tiempo atrás el embajador en Washington, Ramón Gil-Casares, lo que facilitó que el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, pudiera reunirse con él en diciembre del pasado año en Nueva York. Flynn estaba ya nominado para el cargo y mantuvo una prolongada conversación con Dastis, en la que este le informó de la situación en que se encuentra España.
Las fuentes consultadas reconocen que la influencia de Flynn se dejó notar en la conversación telefónica que el pasado día 7 mantuvieron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y Donad Trump, quien estaba ya al tanto de bastantes aspectos de las relaciones con España. Ello permitió que la conversación fuera fluida y en un tono amable, en el que Rajoy expuso a su interlocutor el deseo de España de mantenerse como un aliado sólido de Estados Unidos y de ayudar en lo que resultara posible en la zonas en las que tiene una especial presencia, como América Latina o el Norte de África.
[hr style=»single»]
Dastis se encontrará mañana en Bonn con el secretario de Estado norteamericano Rex Tillerson
[hr style=»single»]
Fuentes gubernamentales no ocultaban ayer su contrariedad con lo sucedido, pero confían en que la dimisión del general Flynn no retrase el proceso de fortalecimiento de los contactos entre dirigentes de los dos países. No obstante, una primera consecuencia es que un posible nuevo encuentro que iba a producirse entre Dastis y el Consejero de Seguridad Nacional durante la Conferencia de Seguridad de Munich, que comienza el viernes, ya no podrá tener lugar.
El titular español de Exteriores, sin embargo, sí confía en poder mantener mañana, en Bonn, su primera entrevista con el nuevo secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson. Ambos coincidirán en la reunión de ministros de Exteriores del G-20, aunque no se espera que sea un encuentro prolongado, ya que hay una veintena de representantes de otros tantos países que quieren saludar al jefe de la diplomacia estadounidense.