Donald Trump.
Miguel Cifuentes. 06/02/2017
La comunidad de los negocios, las grandes empresas, los expertos españoles, consideran a Trump “una amenaza potencial para el comercio mundial y el crecimiento de la economía global, pero con efectos limitados sobre la economía española”. Es una amenaza potencial, por ahora, ya que no ha tomado ninguna medida salvo el anuncio de salirse del Tratado Comercial Asia-Pacífico y las amenazas a México de imponer aranceles a sus productos.
Hay sectores exportadores españoles que podrían tener problemas y dificultades si se implanta una política proteccionista desde Estados Unidos. Sería el caso de las exportaciones alimentarias, el sector del automóvil y los bienes de equipo, entre otros. Pero hay sectores con grandes expectativas de negocio, como las seis grandes constructoras españolas, situadas entre las diez mejores del mundo, que podrían captar buena parte de las obras del Plan de Infraestructuras anunciado por la nueva administración americana. Para ACS, Ferrovial, OHL, Acciona o SACYR puede haber grandes oportunidades, en un mercado donde ya están realizando obras en autopistas y ferrocarriles y ganando concursos y concesiones.
También hay oportunidades para el sector de energías renovables, donde Acciona y Abengoa tienen grandes inversiones. En este caso habría que ver la política que sigue el nuevo gobierno con estas energías, dada su escasa sensibilidad por el medio ambiente o por el cambio climático.
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Preocupan las decisiones del presidente de EEUU sobre el comercio mundial, no sobre el flujo comercial con España
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Expertos del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y la Cámara de España, consultados por The Diplomat, estiman que “el flujo comercial de España con Estados Unidos no es relevante ya que España, en un 80%, comercia con la Unión Europea, mientras que el flujo comercial con Estados Unidos está en torno al 4 o 5% de nuestra exportaciones e importaciones”.
Alfredo Bonet, Director de Internacional de Cámara España, señala, sin embargo, “que los indicios que ha dado Trump de volver al proteccionismo comercial son preocupantes, aunque no va a tener tan fácil cumplir sus anuncios. Estados Unidos puede salirse del Tratado Asia-Pacifico, y puede no ratificar el Tratado Comercial con la Unión Europa, que estaba pendiente de ratificación, todo esto es negativo y tendrá consecuencias, empezando por las propias empresas norteamericanas, que están muy ligadas al comercio internacional en sus importaciones, incluso para producir sus manufacturas”.
Bonet advierte que Estados Unidos pertenece a la Organización Mundial de Comercio y tiene suscritos numerosos compromisos que no puede incumplir alegremente, ya que tendría consecuencias, empezando por verse obligado a compensar a los países y productos que grave con aranceles. “Ni es tan fácil, ni es gratis, ni es arbitrario el comercio internacional, ni siquiera para Estados Unidos”, subraya el experto.
En cuanto a la repercusión de la política de Trump en España, señala Bonet que hay sectores que pueden ser sensibles, sufrir, o ser perjudicados , pero dentro de la política que Washington aplique con Europa, ni más ni menos que el resto de los países europeos. En resumen, “aunque Estados Unidos no es relevante en términos globales para España, sí lo es a futuro, ya que es un mercado muy atractivo, de alto poder adquisitivo y que va a crecer más que Europa los próximo años con la política expansiva de Trump. Hay que estar en ese mercado, y de hecho todas las grandes empresas españolas está allí presentes”, dice el ejecutivo de Cámara España.
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Las constructoras españolas esperan ganar grandes contratos en el Plan de Infraestructuras de la nueva Administración
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En todo caso, como subraya Almudena Semur, coordinadora del Instituto de Estudios Económicos, “ Trump no ha tomado ninguna medida grave , pero sus anuncios son muy preocupantes, en la medida que volver al proteccionismo comercial es un salto atrás y un contrasentido cuando el mundo camina y progresa en la liberalización y globalización de la economía mundial”.
En cuanto a los efectos de la política de Trump sobre la economía española, la economista cree que puede haber sectores afectados como el automóvil, los productos alimentarios o los bienes de equipo o productos semielaborados, si cumple las amenazas de volver al proteccionismo. En todo caso, Trump no lo tendría fácil ya que “el comercio mundial tienes reglas, condiciones y penalizaciones, y nadie, ni siquiera la primera potencial mundial, puede hacer lo que quiera sin sufrir las consecuencias y represalias correspondientes del resto del mundo”.
Semur recuerda que hay abundante experiencia del efecto negativo de la política proteccionista, incluso para los países que imponen restricciones y aranceles al comercio. Cita casos recientes, como la imposición en 2009 de aranceles a las importaciones de neumáticos de China por parte de Estados Unidos y el nulo resultado de la medida, que, además, perjudicó a las propias empresas norteamericanas y a su economía.
“No creo que Trump llegue hasta el final en sus anuncios. Y tampoco que España -ni Europa- sufra unos efectos desastrosos de su política, aunque sus primeros pasos son preocupantes”, remata la economista.