Margallo y Dastis durante la entrega de la cartera ministerial./ Foto: MAEC
The Diplomat. 06/02/2017
La Fundación Alternativas presentó este pasado jueves su décimo Informe sobre la Democracia en España (IDE), en el que se señala, en lo que respecta al ámbito internacional, que la primera legislatura de Mariano Rajoy se caracterizó por “un perfil bajo en el ámbito de las relaciones exteriores”, fundamentalmente “orientado a la diplomacia económica con la puesta en marcha de la Marca España”.
“En la arena europea, foco principal de la acción exterior española entre 2011 y 2015, España no estuvo a la cabeza de ninguna de las iniciativas que se pusieron en marcha ni para atajar la crisis del euro ni para afrontar la llegada masiva de refugiados a las costas europeas”, señala el informe, elaborado por un equipo de investigadores contratado por el Laboratorio de la Fundación Alternativas.
Según el documento, el Gobierno se comportó como un “alumno modélico de la Comisión Europea” en todo lo referente a la política monetaria europea, “sin entrar a contradecir o proponer alternativas a sus exigencias o a las del ECOFIN”, pese a lo cual “no fue capaz de situar a Luis de Guindos a la cabeza del Eurogrupo como premio por ser el alumno aventajado de la austeridad”. Aparte, en la crisis migratoria, “España ha ido siempre a remolque de los acontecimientos y de las propuestas de la Comisión”.
Más allá del ámbito comunitario, señala la Fundación Alternativas, el mayor logro del gobierno del PP en política internacional fue la elección de España como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
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Asegura que España no estuvo a la cabeza de «ninguna iniciativa» sobre el euro o los refugiados
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“El bajo perfil internacional del Gobierno de Rajoy se vio curiosamente acompañado por una ingente labor legislativa en el marco de la organización española de la política exterior a través de la Estrategia de Acción Exterior, la Ley de Acción y del Servicio Exterior del Estado, la Ley de Tratados, y la Ley de Inmunidades”, admite el informe.
En lo que respecta a los más de 300 días de interinidad políticas, el informe advierte de que las limitaciones propias de un ejecutivo en funciones no impidieron que se tomaran medidas importantes en materia exterior, como el acuerdo de la UE con Turquía a causa de la crisis de los refugiados (que fue finalmente debatido en el Parlamento, pese a la negativa inicial del Gobierno) y la negociación del acuerdo con la Comisión Europea sobre el objetivo de déficit de España para 2016 y 2017, en la que el Gobierno “buscó un acuerdo que no pusiera al PP en una situación complicada de cara a las elecciones del 26 de junio” y en la que logró “un relajamiento de las condiciones”.
