Presentación del índice./ Foto: @TSpain
Eduardo González. 26/01/2017
La organización no gubernamental Transparencia Internacional (TI) presentó ayer en Madrid su Índice de Percepción de la Corrupción de 2016, en el que España aparece con la misma puntuación del año pasado pero se sitúa en un “récord histórico de corrupción” si se compara con resto de los países analizados.
Concretamente, España obtiene una puntuación de 58 en una escala de cero (percepción muy alta de corrupción) a cien (ínfimos niveles de percepción de la corrupción). Esta puntuación es la misma que en 2015 pero nuestro país desciende cinco posiciones respecto al mismo año, hasta situarse en el puesto 41 de 176 países en total.
Esta posición supone la peor clasificación de España desde que se publica el índice, según declaró el presidente de Transparencia Internacional-España, Jesús Lizcano, durante la rueda de prensa de presentación del índice.
“Comparando con los países de la Unión Europea, estamos por debajo de la media, 17 de 28, una posición es manifiestamente mejorable entre los países con los que tenemos que compararnos”, prosiguió. «Estamos entrando en un pelotón de países en el que están Georgia o la República Checa, que recientemente se han acercado a la corrupción sistémica”, advirtió.
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España consigue un aprobado raspado en el Índice de Percepción de la Corrupción de 2016
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Los países en su conjunto “suspenden” en cuanto a percepción de corrupción, con una puntuación media de 43 y con 122 países (del total de 176) por debajo de los 50 puntos. La lista la encabezan Dinamarca, Nueva Zelanda, Finlandia, Suecia y Suiza, y la cierran Yemen, Siria, Corea del Norte, Sudán del Sur y Somalia.
Uno de los factores que, a juicio de Transparencia, se deben mejorar para solucionar el problema de la corrupción en España es el de las contrataciones y licitaciones por parte de las administraciones públicas.
“Como consecuencia de la crisis, las contrataciones han sustituido al sector inmobiliario como gran tema de la corrupción”, afirmó Manuel Villoria, catedrático de ciencia política y de la administración en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Este tema es particularmente grave en “los contratos bajo coste, que suelen tener bonificaciones posteriores muy opacas”, añadió.
En relación con este asunto, Jesús Sánchez Lambás, miembro de la Ejecutiva de Transparencia Internacional, calificó de “preocupante” que el Gobierno haya “externalizado algo que deberían hacer la administración, como la emisión de los visados”, a la empresa india india BLS mediante “un mal concurso en el que se debió exigir un mayor nivel de experiencia”.
“Los consulados afectan a la imagen del país y una mala gestión en la emisión de visados puede tener consecuencias negativas para la seguridad y la imagen del país”, advirtió.