Susana Beltrán
Diputada por Ciudadanos y profesora de Derecho Internacional Público
Aunque se haya repetido hasta la saciedad que en España las relaciones internacionales y la dirección de la política exterior es una competencia que corresponde en exclusiva al Estado, no parece que esto haya prendido en el actual gobierno catalán. Las Comunidades Autónomas como Cataluña pueden realizar actividades «con proyección exterior», pero para que sea así deben reunir dos condiciones.
La primera, han de ser actuaciones que se deriven directamente de competencias que las Comunidades Autónomas poseen tales como cultura, educación, consumo, industria, artesanía, juventud, agricultura, ferias, turismo, entre muchas otras. La segunda, que se respete y no se interfiera en la competencia del Estado en política exterior, esto es, en sus relaciones con otros actores internacionales. Así, por ejemplo, fomentar la cultura catalana en el mundo a través de la participación de Cataluña en ferias y otros eventos internacionales sería una actividad plenamente respetuosa con el ordenamiento español. O la celebración de un acuerdo entre la ministra de educación de la comunidad francesa de Bélgica y la consejera de educación catalana en materia de formación profesional, como el que recientemente han suscrito estas dos regiones, también sería posible. Nada que añadir, sino todo lo contrario, adelante. Estas acciones son beneficiosas para el conjunto de los ciudadanos y es obligación del ejecutivo catalán seguir realizándolas.
Sin embargo, que el presidente de Cataluña imparta una conferencia para hablar del «referéndum catalán» (referéndum para decidir la secesión de Cataluña) en una sala del Parlamento Europeo, invitado por eurodiputados separatistas, no encaja con lo que se entiende por acción exterior ni con las relaciones que la Generalidad de Cataluña puede tener con la Unión Europea.
¿De qué competencia se deriva hablar de un referéndum separatista? De educación, transportes, juventud, turismo… ¿Se respeta la competencia exclusiva del Estado? Es evidente que no. El ministro de asuntos exteriores español hizo declaraciones al respecto e indicó que el Gobierno iba a explicar en la Unión Europea que el referéndum no es justificable, luego es evidente que interfiere.
Y todavía hay algo que es más grave. La Ley catalana 16/2014 establece que una de las finalidades de la acción exterior y de las relaciones con la Unión Europea es la promoción en el exterior de los intereses del conjunto de Cataluña. En las pasadas elecciones regionales, en septiembre de 2015, más de setecientas mil personas votaron a Ciudadanos, una opción política que se convirtió en el principal partido de la oposición y que clarísimamente está en contra de un referéndum de autodeterminación así como de todo lo que abarca el proceso separatista catalán. Ya sólo con este dato objetivo, téngase en cuenta, además, que hay otros partidos políticos contrarios a la secesión, es obvio que si el presidente de todos los catalanes defiende en Europa la convocatoria de un referéndum separatista atenta a los intereses del conjunto de Cataluña puesto que una parte muy significativa no sólo no se siente identificada con esta consulta sino que, además, se la perjudica.
Llegan tiempo de cambios, de representar y servir al conjunto de ciudadanos de Cataluña, a nivel europeo e internacional, y no sólo a una parte. Llega el tiempo de un gran cambio político.
26/01/2017. © Todos los derechos reservados